Un ganadero se queja de que los animales no salen de sus tierras
31 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Miguel Ramos Iglesias, un ganadero del lugar de Carromao, en la parroquia de Órrea, en Agolada, los jabalíes le siguen dando dolores de cabeza y esta última noche volvieron a entrar en sus tierras deshaciendo un prado. No es la primera vez. Se queja de que el problema se repite noche tras noche. Explica que «todos estes días antes de irme á cama, salgo cos cans despois de escoitalos». Apunta que «bérrolle, fago de todo, pero non hai maneira, non os dou sacado de aquí».
Lo intentó con los cazadores y con un sinfín de «métodos ecolóxicos» como él le llama. Un paquete en el que mete todo tipo de trucos o trampas, desde ponerles un transistor que da noticias las 24 pasando por la vigilancia extrema, pero los jabalíes siguen venciendo las partidas por goleada. Bromea señalando que «só me queda chamar a Obélix, a ver si os merenda a todos», apuntando que «aquí o mejunje ese que preparan non temos, pero temos licor café, que vale igual».
Ser queja de que la Administración no da una solución efectiva a un problema que se repite continuamente y «veste impotente porque eu xa non sei que facer». Cuenta que estas últimas noches oyó a los jabalíes y llegó a ver a dos de estos animales. Fue detrás de uno con los perros «pero o xabarín revolvíase de cara os cans». Lo hizo el jueves, y los jabalíes regresaron el viernes, el sábado avisó a los cazadores y una vez los vieron fueron hasta la zona de la finca, pero finalmente los perros no dieron con ellos. Explica además que «plantamos herba e volveron esta noite e lucironse toda a noite» dejando parte del prado cerca de la granja deshecho.
Considera que «a Administración é a que nos ten que protexer porque para iso pagamos os nosos impostos» y se queja de que los jabalíes «non teñen medo xa a nada». Como solución ya no sabe que a hacer «ou fago unha muralla arredor ou non hai forma», dice.