A Estrada recupera la presa de Leira y anuncia la restauración del acueducto
A ESTRADA
Se han instalado pasarelas y barandillas para garantizar la seguridad
01 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de A Estrada acaba de recuperar uno de sus tesoros más desconocidos. Se encuentra entre las parroquias de Codeseda, Parada y Ribela y está compuesto por una presa de un kilómetro de longitud y un acueducto sobre el río Umia con casi tres siglos de antigüedad. La infraestructura fue construida en 1753 por Baltasar de Leira y Castro, antiguo propietario de la cercana Casa dos Muros, situada en la aldea homónima, en la parroquia de Parada, para abastecer a la casa y sus fincas. El acueducto, que continúa en uso, tiene fama de ser el más antiguo de Galicia de los que siguen en activo.
Hasta hace poco, llegar hasta el acueducto era una aventura demasiado arriesgada. Los temporales de los últimos inviernos habían destrozado en varios puntos las paredes de la presa y circular por ella no era seguro. Sin embargo, las obras acometidas en las últimas semanas han permitido recuperar los muretes derrumbados y han traído consigo la colocación de pasarelas y barandillas que permiten circular con tranquilidad.
Según explica el alcalde estradense, Gonzalo Louzao, la presa ha sido recuperada gracias a una ayuda de 8.500 euros procedentes del Fondo de Compensación Ambiental. Para llevar a cabo los trabajo fue preciso frenar el paso del agua sobre la estructura temporalmente, aunque en estos días estaba previsto poder recuperar ya el flujo.
Louzao visitó esta semana las obras acompañado por el pedáneo de Parada, Daniel Troitiño, y por Agustín de Carbón, un vecino muy implicado con el mantenimiento y la protección del acueducto y la presa. Según explica el alcalde, las obras incluyeron la construcción de muros de contención de piedra en dos puntos en los que la presa se había derrumbado. A mayores en otras zonas donde el paso era complicado se instalaron pequeños puentes y barandillas de seguridad.
Para el regadío y el turismo
El objetivo de los trabajos era doble. Por una parte se buscaba rehabilitar la presa con su función primigenia, ya que los derrumbes provocaban escapes de agua en algunos puntos que mermaban la efectividad de la acequia, que los vecinos de la zona siguen utilizando para el riego de sus fincas. Por otra, el Concello pretende también poner en valor el conjunto con fines turísticos, ya que la presa discurre por un agradable bosque a orillas del río Umia y el acueducto, además de mucha historia, tiene un encanto especial.
La presa permite ahora llegar con seguridad hasta el acueducto. Gonzalo Louzao avanzó que el próximo año se actuará sobre el acueducto propiamente dicho, reparando los pasos de piedra que antaño permitían cruzar hasta la otra orilla del río y que hoy se han perdido en parte.