A Estrada encamina juzgados, autovía y polígono en cien días de gobierno

A ESTRADA

La ampliación del Losada es de momento el único gran proyecto ya visible
01 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de A Estrada ha cumplido sus cien primeros días de gobierno con algunos de los grandes proyectos que marcarán la legislatura encauzados.
El único visible de momento es la ampliación del IES Antón Losada Diéguez, una obra menos vistosa que las peatonalizaciones del anterior mandato, pero tan costosa como necesaria. Más de tres millones de euros se destinarán a los trabajos del nuevo edificio que ya están en marcha y que suponen la segunda mayor inversión de la Consellería de Educación en toda la provincia. «A Estrada es ya un referente en el sector del mueble y de la madera por la vía comercial y ahora se convertirá también en capital por la vía formativa, que es lo que nos estaba demandando el sector, que necesita mano de obra cualificada», explica el alcalde estradense, José López.
Las otras tres grandes promesas del gobierno popular que, sin haber tomado forma material todavía, han conseguido avanzar en esta primera recta del mandato son el nuevo edificio judicial de A Estrada, la autovía a Santiago y la ampliación del polígono industrial de Toedo.
Las obras del nuevo juzgado se adjudicaron en el mes de julio a la firma Contratas Vilar por 2,28 millones de euros más IVA. En la junta de gobierno local de mañana se concederá la licencia de obra y este miércoles está prevista la firma del acta de replanteo para iniciar ya los trabajos. Será un edificio más modesto que el proyectado inicialmente, ya que el diseñado en 2021 con un coste estimado de 2,1 millones, con la subida del coste de los materiales y la mano de obra, se dispararía hoy a más de cuatro millones de euros. Por esta razón, la Xunta decidió redefinir el proyecto para tratar de reducir los costes manteniendo la filosofía de un edificio útil para unificar los dos juzgados.
Para el alcalde estradense, José López, esta actuación es importante no solo por el servicio que prestará, sino también por su simbolismo, ya que consolida A Estrada como cabecera comarcal y sede judicial indiscutible.
Una ampliación «insuficiente»
La ampliación de la autovía es otra de las obras encauzadas en estos primeros cien días de mandato. En ellos se firmó el contrato de adjudicación de las obras con el propósito de iniciarlas este mes de octubre. La última promesa electoral había sido iniciarlas en el último trimestre del año. De momento, el asunto va en plazo.
Queda sin embargo, un gran reto: materializar el segundo tramo de la autovía para hacerla llegar hasta O Rollo en lugar de dejarla morir en Pontevea, donde acabará el tramo a punto de iniciarse.
«La primera fase es una noticia extraordinaria, pero no es suficiente. La autovía tiene que llegar hasta O Rollo. Es cierto que no puede haber una segunda fase sin una primera. Entendemos que se haga en dos fases por el elevado coste, pero el objetivo estará cumplido cuando la autovía acabe en la recta de Baloira», dice José López. «Es una de las obras potentes que va a marcar el futuro de A Estrada en todos los ámbitos», añade.
El cuarto pilar en el que se está trabajando es la ampliación de suelo industrial. Se prevé que la ampliación privada del polígono de Toedo pueda estar al 100% de ocupación en un período de dos a tres años. En ese plazo, el Concello espera tener lista la nueva ampliación pública, que supondrá duplicar la superficie actual generando 140.000 metros cuadrados más de terreno. En la actualidad está en proceso de licitación la redacción del Plan Estructurante, una especie de plan parcial que diseña urbanísticamente el ámbito.
Por otra parte, el arranque del nuevo mandato también ha coincidido con un impulso importante en las obras de construcción de las pistas de atletismo iniciadas en la legislatura anterior. El Concello prevé que las obras de la pista estén finalizadas en octubre, con lo que ya podría ponerse en uso, aunque quedaría pendiente la construcción del módulo anexo, que costará dos millones de euros y será financiado a medias por la Xunta y la Diputación de Pontevedra.
López: «No me preocupa el remanente negativo, pero sí la tendencia a que los concellos seamos el comodín para todo»
El Concello de A Estrada acaba de aprobar la Conta Xeral del 2022, con un resultado presupuestario positivo de 469.159 euros y un ahorro neto de 450.618 euros. Sin embargo, el remanente de tesorería para gastos generales arroja un déficit de 1.754.000 euros que compromete la estabilidad presupuestaria. En otras palabras, el Concello gastó en el año 2022 1,7 millones más de lo que ingresó. La tirantez de tesorería se debe a la falta de agilidad del gobierno central en la transferencia de los fondos europeos, sobre todo los correspondientes al IDAE. El Ministerio tiene pendientes de pago al Concello de A Estrada seis millones de euros.
Al alcalde estradense no le preocupa esta cuestión puntual. «En este sentido estoy tranquilo porque es una tensión puntual motivada por el esfuerzo que hace el Concello para gestionar fondos europeos. Es algo que te limita, pero podríamos hacer una operación de tesorería que de momento no hicimos porque teníamos capacidad y pulmón, pero si se retrasa el pago de los seis millones del Idae lo haremos», dice López Campos.
Lo que sí le preocupa al regidor es «la tendencia de los últimos seis o siete años». «Los concellos tenemos cada vez menos recursos, más competencias y más costes de los servicios. No tenemos capacidad para prestar más servicios. No vamos a poder seguir siendo la administración comodín», dice
López explica que, sin llevar a cabo una subida ni actualización de tasas ni impuestos desde hace doce años se está haciendo frente a un incremento importante del coste de los servicios. «Las tasas no financian ni el 50% del coste real de los servicios. En la de la basura, por ejemplo, recaudamos 770.000 euros —con un 98% de efectividad en la recaudación— y el servicio cuesta 1,6 millones», explica. «El coste de los servicios subió más de un 40% y, por el efecto cascada, la presión siempre acaba en los concellos», lamenta. «El SAF lo financiamos en más de un 40% con fondos propios del Concello, con el ánimo de no dejar a nadie en el camino. Nos cuesta 20 euros la hora y la Xunta paga 12», constata López. «Me preocupa esta dinámica», dice.