La rotonda que invita a seguir de frente

Rocío García Martínez
Rocío García A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

R. G.

Es evidente que cuesta enfilar la glorieta de acceso al futuro Mercadona de A Estrada, pero pocos saben el porqué del desafortunado diseño vial

26 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La rotonda que organiza el acceso al último desarrollo urbanístico de A Estrada es un fiasco. No lo dice solo la oposición por buscarle las cosquillas al gobierno. Lo puede comprobar fácilmente cualquier conductor que entre en A Estrada desde la carretera de Pontevedra. La prueba más evidente son las marcas de neumáticos que quedaron impresas en el cemento de la rotonda nada más abrir a la circulación el enlace.

Lo que no saben muchos es el porqué de la desafortunada organización del tráfico. Obviamente, si a un conductor cualquiera le choca el desplazamiento de la glorieta respecto al eje de la carretera, a un técnico en la materia no iba a pasarle desapercibido, por muy despistado que estuviese.

La cuestión trae cola. En el origen del problema están las restricciones de Fomento a las nuevas conexiones con las carreteras nacionales. A Estrada lo tiene crudo, ya que su núcleo urbano está atravesado por la N-640 y la variante proyectada hace décadas no parece que vaya a ver la luz en mucho tiempo. Como consecuencia, cada proyecto que se quiere desarrollar al borde de la N-640 —como sucedió en su día con el desarrollo para el supermercado Lidl— es casi una odisea. Con el desarrollo al borde de la Avenida de Pontevedra para habilitar terrenos para construir un súper de la cadena Mercadona ha sucedido lo mismo. A punto estuvo de irse todo el proyecto al garete por los informes negativos de Fomento a las sucesivas soluciones de enlace propuestas. Al final, Fomento aceptó la construcción de un vial de servicio arrancando de una rotonda en la N-640.

El PXOM ya preveía la construcción de una rotonda en la zona, pero era una de mayor tamaño, centrada y situada frente a la fábrica de VidroMoss. Sin embargo, para ejecutar esta rotonda ideal sería preciso desarrollar las tres áreas de suelos urbanizables vinculadas a este sistema general, algo que no va a suceder ni a corto ni a medio plazo.

Con esta opción descartada solo quedaba la opción de negociar con algún propietario del entorno para conseguir los terrenos para construir una rotonda más pequeña y que pudiera considerarse una actuación provisional.

La rotonda se movió para acercarla más al casco urbano, escapando de unos terrenos de difícil consecución y encajando la glorieta en los de otros de propietarios más abiertos la negociación que permitieron darle los 28 metros de diámetro que tiene el enlace. Una rotonda definitiva podría plantear problemas legales, así que la posibilidad de actuar en el margen izquierdo de la calzada en dirección hacia A Estrada quedó descartada porque el desnivel existente obligaría a construir un muro de contención costoso y poco defendible como actuación provisional. Por eso la rotonda acabó desplazándose notoriamente a la derecha. La solución salvó el desarrollo, pero generó una glorieta poco segura. Afortunadamente, no tiene ni bordillos ni elementos centrales contundentes, con lo que quien no calibre bien el giro siempre puede aplicar aquello de «Rotonda sin fuente se coge de frente» y continuar la marcha. Si tiene suerte.