El inventor de la doma natural de caballos impartió este fin de semana un curso en A Estrada
A ESTRADA
El mexicano Chico Ramírez está considerado el padre de la doma natural de caballos, una técnica de manejo con la que comenzó hace ya más de tres décadas y que enseña por todo el mundo, ahora junto a su hijo Guillón. Una carambola posibilitó que encontrase un hueco en su gira de otoño que le ha traído a nuestro país y durante este fin de semana impartiese un seminario en Guimarei, de la mano de la Sociedade Cabalar da Estrada (Socade). El sábado contó con medio centenar de asistentes y ayer se cubrió todo el aforo permitido, con 65 personas llegadas de toda Galicia y Asturias, entre otros lugares de la geografía nacional.
Chico Ramírez lleva desde el 2003 viajando a España, donde permanecía antes de la pandemia durante seis meses, pasando el resto en su México natal con algún viaje intercalado a otros países. Si en el 2020 suspendió esa formación en territorio español y también la gira de primavera de este año, este otoño regresó con cursos y acciones formativas en Andalucía principalmente. Desde A Estrada regresa a Sevilla para ir luego a Huelva, pero también el programa incluye Burgos, Navarra, Cataluña,... «Son miles de kilómetros pero estamos contentos por la acogida y cómo se acercan al manejo natural, desconocido para muchos y que es totalmente contrario a lo que se hace habitualmente para domar al caballo», explicaba ayer Ramírez.
Este domador mexicano, con gran prestigio internacional, emplea una metodología conductista que pasa por la participación voluntaria del caballo. «En lugar de golpear aplicamos la comunicación y la psicología, hay que hablarle y que comprenda lo que queremos de él, sin abusar, como un trato de socios en el que le decimos lo queremos hacer», comenta. «Que el caballo en definitiva —apunta Ramírez— nos diga está bien, pero no me cargues la mano».
Insiste en que el tiempo necesario para que esa doma natural surta efecto varía en función de la personalidad del caballo, también por la raza, edad o sexo, «si está entero o castrado». También para su destino, ya que no es igual preparar a un caballo de alto rendimiento y para competición que uno para paseo. Con cada ejemplar se debe busca el modo más correcto. A él, con 32 años de experiencia, pocos le pueden ya sorprender y a todos domina.