La asociación Igualdade e Mulleres nace dispuesta a superar el 25-N con trabajo constante para buscar la equidad y el respeto los 365 días del año
19 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Para hacer un pajar no basta una paja y para alcanzar la igualdad no basta un día anual de trabajo. Por muy morado que sea, el 25-N no es suficiente por sí solo ni para erradicar la violencia contra las mujeres ni para mudar actitudes enraizadas en ambos sexos.
Lo saben bien las mujeres de A Estrada. Por eso se han organizado y han dado forma a un nuevo colectivo que se ocupará única y específicamente de las cuestiones de igualdad. Al margen de la asociación de Consumo y Mulleres de A Estrada y de la Asociación de Mulleres Rurais Avelina Valladares acaba de ver la luz el colectivo Igualdade e Mulleres de A Estrada. La presidenta es la incombustible Kim Llobet, que en los últimos años se ha convertido en uno de los pilares de la dinamización local. Codo a codo trabaja con ella Bea Mosquera. El núcleo fundacional incluye además a dos representantes de los colectivos de mujeres rurales: Pilar Rivero, presidenta de las mujeres rurales de Lagartóns, y Raquel Sesar, presidenta del colectivo A Torre da Barreira de Riobó.
La asociación Igualdade e Mulleres se gestó en plena pandemia, así que no hubo ocasión de grandes convocatorias para dar publicidad a la iniciativa. No obstante, el colectivo está abierto a nuevas incorporaciones de particulares y asociaciones y la directiva trabajará en los próximos meses para sumar fuerzas y tratar de incorporar al equipo el máximo número de voces posibles.
«Esta asociación busca y reivindica la igualdad más allá del 25-N. Nuestro lema es: No basta un día para decir basta; necesitamos educación, compromiso y respeto los 365 días del año», explica Kim Llobet. «No queremos quedarnos solo con el 25-N, el día más morado. Necesitamos promover la igualdad desde la cuna y buscar una sociedad involucrada en la que las mujeres lleguen a donde quieran estar», dice. «Con respeto, que es algo fundamental en la vida para todo, incluso para los que piensan diferente, y es algo que está completamente en desuso», añade Bea Mosquera. «La igualdad tiene que estar presente todos los días del año. Hay pequeñas cosas que hay que hacer cada día en la sociedad para ir avanzando», dice. «Cuando haya igualdad no se necesitará el morado», constata Kim Llobet.
Mosquera y Llobet insisten en la necesidad de ir ganando terreno para las mujeres sin crispaciones y sin llevar el asunto a los extremos. «Queremos aportar un punto de vista positivo. Centrarnos en las cosas que suman y no en las que restan», dicen.
Centímetros de falda
«Nos preocupan mucho los jóvenes. En las charlas en los IES estamos viendo chicas que aceptan que un chico les revise el móvil o les diga cuántos centímetros tiene que tener la falda», comentan.
Igualdade e Mulleres quiere sensibilizar y reflexionar sobre lo que está pasando «en nosotras mismas y como sociedad». «Es una asignatura que parece que nunca está a la altura», dicen.
Para avanzar en esa asignatura el colectivo emprenderá iniciativas en las que diversas voces manifiesten con libertad sus inquietudes y diferencias, marcando la diferencia. Creará espacios para la información y el debate para aportar «espejos con experiencias de vida». También impulsará estrategias de empoderamiento y buscará alianzas y pactos en femenino. Además, fomentará la reflexión personal de la mujer sobre dónde está y dónde quiere estar y tejerá redes de ciudadanía comprometida. «Creemos en el gran potencial del asociacionismo femenino porque es integración y construcción personal y colectiva... porque es intercambio y colaboración ante retos compartidos», dice Kim Llobet.
La asociación Igualdade e Mulleres se presentará en sociedad el próximo día 29 con una charla a las 18.00 horas en el Mome sobre la realidad oculta de la violencia de género. La próxima acción será hacer del mes de noviembre un mes de reflexión y de implicación en femenino. El reto es ir más allá del 25-N, que de momento hace mucha falta.