El IES Número 1 rindió homenaje al que fue profesor del centro once años
01 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Manuel Otero Espiño es de esas personas que dejan huella. Por su agudeza mental, por su deliciosa retranca y por su compromiso con todo cuanto hacía. Como político defendió las ideas por encima de lo personal. Como profesor, inculcó el amor por el conocimiento a varias generaciones de estradenses. Fue maestro y director del colegio de Oca y, en su última etapa, profesor en el IES Número 1 de A Estrada durante once años. Este último centro escolar despidió ayer el curso con un sentido homenaje a Espiño.
El maestro, fallecido el pasado mes de abril, estará presente por siempre en el jardín y en los muros del IES Número 1.
Una sombra con nombre
En la pared del edificio, el artista y profesor Jano Sanmartín ha pintado un mural en recuerdo de Manuel Otero Espiño, con la colaboración de algunos alumnos. La obra representa un conjunto de petroglifos que son observados desde una esquina por una figura en la sombra. La comunidad escolar sabe que esa silueta anónima es en realidad la de Espiño, un hombre apegado a las raíces, devoto de la historia y de la cultura gallega.
Al acto asistieron todo el profesorado del centro y también algunos excompañeros ya jubilados. La jefa del departamento de Xeografía e Historia del IES Número 1, Maite Schreck Mata, habló en nombre de todo el plantel docente y el profesor David Otero -compañero de Espiño y hoy jubilado- leyó un emotivo texto.
Para completar este acto íntimo y sencillo intervinieron los hijos de Espiño, Olalla y Manuel Otero. Ella, en nombre de toda la familia, agradeció a la comunidad escolar el gesto. Él interpretó a la trompeta el aria Casta Diva, de la ópera Norma. Espiño no podría haber estado más orgulloso.
Tributo natural
Desde ahora, en el IES Número 1, la huella del maestro estará siempre presente. Por una parte en el mural artístico que decora la pared de la entrada al centro. Por otra, en el magnolio que ayer fue plantado en el jardín en memoria del profesor, que no solo fue devoto de la historia sino también de la naturaleza.