«Estamos abandonados á man de Dios, antes había de todo e agora xa non queda nada. Por exemplo, se temos auga foi por conta nosa», asegura una vecina, recordando épocas de mayor lustre, en las que incluso contaban con una comandancia de la Guardia Civil, activa durante veinte años desde 1948 hasta 1968.
Las reclamaciones del rural cada vez son más numerosas, a las habituales acerca de la luz, el agua o el bacheado de las pistas, ahora entran en juego elementos ya indispensables para la población general como es el hecho de tener una conexión digna a Internet, un caballo de batalla más para una población exhausta.