Un autobús sirve de oficina bancaria en Codeseda desde hace diez años

David Cofán Mazás
david cofán A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

Miguel souto

Tras el cierre de la sucursal en el 2011, los vecinos de la zona realizan sus operaciones financieras gracias a un servicio móvil que pasa una vez por semana

13 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace una década los vecinos de Codeseda salieron a protestar ante el cierre de la sucursal de A Sagrada, que suponía la oficina bancaria más cercana para cerca de 1.300 personas entre la parroquia y sus alrededores. Diez años más tarde el lugar donde se encontraba la antigua sucursal es un bajo vacío y los poco más de 900 habitantes que viven en la zona dependen del autobús-oficina que puso Abanca a su disposición para gestionar sus finanzas. En principio este servicio estaba diseñado para acudir a A Sagrada dos veces por semana, pero finalmente se redujo a un solo día, los jueves, y en horario de tarde.

Hace dos décadas Abanca, por aquel entonces CaixaNova, fue una de las primeras entidades que comenzó a administrar este tipo de prestaciones a los gallegos, con el fin de evitar desplazamientos, sobre todo, a la gente mayor. Este es el único servicio similar que está activo en las comarcas de Deza y Tabeirós y una de las quince localidades que cuenta con este tipo de asistencia. Estos autobuses cuentan con un vigilante de seguridad y un empleado que atiende a los clientes. Funcionan como una oficina normal y se pueden hacer todo tipo de operaciones: ingresos, consultas, contratos de productos, retiradas de efectivo o ingresos; con un cajero independiente del que los usuarios pueden utilizar incluso con el autobús cerrado.

Un parche para muchos de los vecinos de Codeseda que, con resignación, empiezan a pensar en que tarde o temprano el autobús tachará su zona del itinerario. Muchos de ellos, ante la limitación en los horarios, deciden acercarse a A Estrada, que se encuentra a 10 kilómetros, otros a Forcarei a 12 y algunos optan por Cerdedo a casi 15 kilómetros. Distancias a priori no demasiado lejanas, pero que en un entorno tan envejecido como el rural estradense suponen un esfuerzo que no todos pueden permitirse. «Por aquí xa non pasan autobuses, nin temos taxis, polo que temos que chamar aos da Estrada para que veñan buscarnos», comenta una vecina. Este problema se agudiza en la época estival, momento en el que el servicio se toma un descanso hasta septiembre, quedándose sin alternativas.

Curiosamente es en esta época cuando la afluencia de turistas comienza a ser mayor. La Rapa das Bestas, el Camino de Santiago o la gran oferta de casas rurales en esta demarcación hacen que en los meses de verano Codeseda reciba más visitantes, que quedan expuestos a los rigores del abandono progresivo al que está sometido el rural. «No verán os peregrinos teñen moitos problemas para poder sacar diñeiro, e soamente hai dous negocios con datáfonos para poder pagar coa tarxeta», explica una empresaria local.

No solo los vecinos de Codeseda se nutren de este autobús. Parroquias colindantes como Liripio, Souto, Sabucedo, Arca, Ribela o Nigoi también se han visto afectadas por el cierre de la antigua sucursal, dependiendo de la oficina móvil para evitar desplazamientos más costosos a la capital del municipio.

La problemática de la despoblación sigue haciendo mella en una parroquia que, junto con las de su entorno, ha perdido casi un 30 % de habitantes en los últimos diez años, dificultando más si cabe el mantenimiento de los escasos recursos de los que disponen en la actualidad.

«Antes tiñamos de todo e agora xa non queda nada»

Codeseda no solo ha perdido una sucursal bancaria en los últimos años. La despoblación y el envejecimiento del rural han disminuido progresivamente la cantidad de recursos y servicios de los que gozaba este entorno, que por su situación geográfica e importancia en el pasado, poseía un estatus de referencia en la zona, algo que ha caído en el olvido con el paso del tiempo.

En Codeseda aún se encuentra un colegio de educación primaria e infantil, el CEIP Cabada Vázquez. También gozan de un centro de salud, una farmacia, varias panaderías, tiendas de alimentación,... Una serie de elementos que poco a poco están menguando, como es el caso del ambulatorio.

Sin ambulatorio en verano

En la actualidad, un médico acude a prestar servicio a los vecinos de Codeseda y sus alrededores de lunes a viernes en horario de 8.00 a 15.00 horas, exceptuando los miércoles que tan solo puede dar consulta de 12.00 a 15.00 horas. Como en el caso de la oficina móvil, los usuarios del centro se quejan amargamente de que durante el verano el no habrá nadie para mantener la atención médica presencial en la zona, reclamando a las autoridades competentes que contraten a algún facultativo para que pueda atenderlos durante la temporada estival, en lo que consideran un bien indispensable para su vecindario.

«Estamos abandonados á man de Dios, antes había de todo e agora xa non queda nada. Por exemplo, se temos auga foi por conta nosa», asegura una vecina, recordando épocas de mayor lustre, en las que incluso contaban con una comandancia de la Guardia Civil, activa durante veinte años desde 1948 hasta 1968.

Las reclamaciones del rural cada vez son más numerosas, a las habituales acerca de la luz, el agua o el bacheado de las pistas, ahora entran en juego elementos ya indispensables para la población general como es el hecho de tener una conexión digna a Internet, un caballo de batalla más para una población exhausta.