Rescatan a una perra que llevaba una semana atrapada en una alcantarilla

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

Cedida

El animal se cayó y no era capaz de salir, pero una mujer oyó sus ladridos

01 sep 2020 . Actualizado a las 00:03 h.

A Estrada vivió este domingo un rocambolesco rescate canino con final feliz. La protagonista de la historia es Sora, una perra de caza a la que su dueño le había perdido la pista el sábado 22. Sora es una leonada de Bretaña que Fernando Barros Santaló utiliza para la caza del zorro.

El día 22, después del habitual ejercicio en los montes de Penerada, el resto de los perros regresaron con su dueño, pero Sora no. Una mujer que paseaba por la zona indicó que había oído ladridos procedentes de una alcantarilla situada junto al matadero municipal, al borde de la carretera. Es, en realidad, un tubo de hormigón con más de un metro de profundidad y sin tapa que le sirva de protección.

Escondite de zorros

El cazador, Emerxencias A Estrada y la Policía Local acudieron al lugar para comprobar si la perra se encontraba allí. Pero Sora no respondió a las llamadas de su dueño ni dio señales de vida. Supusieron entonces, que tal vez la mujer podría haber oído los ladridos de otros perros que resonaban en la alcantarilla. O bien que, en lugar de un perro era un zorro lo que se escondía en los pequeños túneles excavados al fondo del tubo de cemento. Según los cazadores, más de una vez se vio a algún zorro esconderse allí escapando de la jauría.

Aún así, el cazador volvió a la alcantarilla varias veces después con la esperanza de encontrar a Sora. «Yo sabía que perder no se había perdido porque las compañeras volvieron y ella conoce perfectamente esos montes, porque tengo la perrera en esa zona y es donde lleva entrenando toda la vida. Es una zona de lobos, así que creí que quizás la habían matado los lobos. A las 72 horas puse la denuncia, pero la verdad es que la di por perdida», explica Fernando Barros.

Sin embargo, la persona que había oído los ladridos la primera vez, en su paseo matinal de este domingo volvió a oírlos y decidió emprender una investigación. Colocó un recipiente con agua y algo de pan en el interior del tubo de hormigón. Por la tarde ya no estaban. La mujer llamó al 112 para comentar lo sucedido y la Policía Local volvió al lugar en busca de la perra. Fue entonces cuando a uno de los agentes desplazados se le ocurrió un plan. Cogió un chorizo, depositó en el fondo un trozo y dejó una cámara deportiva grabando un time-lapse para descubrir al inquilino de la alcantarilla. La grabación mostraba claramente al animal, que incluso miró a cámara antes de volver a desaparecer por los pasadizos subterráneos.

Con esta grabación en mano, la Policía Local contactó con el cazador que había denunciado la desaparición de Sora, que al momento identificó al animal.

El cazador acudió entonces al lugar para colaborar en el rescate. Repitieron la operación de ponerle comida y bebida y, en una de las veces que Sora asomó la cabeza, su dueño se descolgó por la tubería con la ayuda de la policía y consiguió dar alcance a la perra antes de que huyese.

«Hay que tapar esos agujeros porque un día ahí va a haber una desgracia»

El dueño de la perra hace un llamamiento a las autoridades competentes para que tomen cartas en el asunto. Su historia tuvo final feliz, pero otras pueden no tenerlo. «Esos agujeros había que taparlos. Son muy profundos. Se mete un animal y no es capaz de salir, pero también puede caerse un niño. Hay otros dentro de las instalaciones del matadero, pero este, que debe ser un desagüe del matadero, está al borde de la carretera sin tapa ni nada», explica. «Que tomen nota porque un día va a haber una desgracia», dice Barros.

Según comenta, una vez bañada y medicada por las heridas, su perra ya se encuentra feliz y contenta en casa. «Esta es dura. Ya quería volver al monte», dice orgulloso su dueño.