Casi 400 personas se ofrecen para recoger fresa y judía en A Estrada

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

La crisis ha disparado el interés por un trabajo para el que antes faltaba mano de obra

16 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La familia Touceda Matalobos nunca ha visto nada semejante en toda una vida al frente de su explotación hortofrutícula de Berres (A Estrada). La búsqueda desesperada de personal para la campaña de la fresa y de la judía se repite cada año y, al no aparecer trabajadores nacionales, la firma acaba teniendo que recurrir siempre a temporeros de fuera. El año pasado, la familia tuvo que tirar en Semana Santa más de 200 kilos de fresa que se pasaron por falta de manos para recogerla y tuvo en peligro la campaña de la judía, que finalmente resolvió con la contratación de personal procedente de Rumanía, Nigeria, Mali o Costa de Marfil.

Este año, la familia compartió en la prensa su preocupación por el cierre de fronteras y la falta de personal para hacer el trabajo, avanzando que su intención original en caso de no encontrar mano de obra en el país era tramitar contrataciones en Marruecos. La oferta de empleo fue publicada por el portal de empleo del Concello de A Estrada y la respuesta fue contundente. «Un mércores a mediodía puxeron o anuncio e o xoves ás 12 pecharon a lista porque xa había máis de 300 persoas anotadas», explica Raquel Touceda. Del INEM les enviaron otras cincuenta y algunas más se pusieron en contacto con la familia directamente y hasta con los medios de comunicación. «En total temos cerca de catrocentos candidatos», comenta Raquel Touceda.

Camareros y personas en ERTE

La avalancha es reflejo de la crisis actual. «Moitos dos candidatos eran camareiros que quedaron sen traballo co peche da hostalería ou outro tipo de xente que agora está nun ERTE», explica la productora. Sin embargo, la familia asegura que la mayoría de los demandantes con los que han contactado hasta ahora no les garantizan la campaña de la fresa y la judía. El mal tiempo ha retrasado la plantación de la mayor extensión de fresa y sigue ralentizando su maduración, mientras que la judía todavía se está trasplantando. Lo fuerte del trabajo se espera a partir de finales de mayo en el caso de la fresa y julio, en el de la judía.

«Agora temos dúas persoas de Rumanía que xa estaban aquí desde antes da crise sanitaria e dúas máis que collemos de aquí, unha delas a proba aínda, e de momento non precisamos máis», comenta Raquel Touceda. «Os candidatos maioritariamente queren que os collas agora para, cando acaben o ERTE, volver aos seus traballos habituais, pero nós precisamos máis xente despois e, a que collamos agora, que quede para despois, cando máis a precisamos», dice.

Otro problema añadido es la falta de experiencia en el campo. La familia busca gente acostumbrada al trabajo en el campo, que lo resuelva de forma ágil y sin complicaciones. «A algún lévalle plantar a fresa o dobre de tempo que a outras persoas con experiencia. E algún vén un día e ao seguinte diche que non vén porque lle doen as pernas, que é certo que doen se non estás afeito. A xente non está afeita ao traballo no campo», explica el patriarca de la familia, Manolo Touceda.

Para cuando estén a punto las cosechas la familia necesitará entre 14 y 15 personas. No obstante, como la fresa se está retrasando, de momento son suficientes las seis que hay y, pese a las casi cuatrocientas demandas de empleo, la familia no tiene claro si finalmente podrá contar este año con la mano de obra que necesita.