La matriculación de turismos cayó a plomo en la zona durante marzo

Javier Benito
javier benito LALÍN /LA VOZ

A ESTRADA

Miguel Souto

Solo se vendieron 36 turismos frente a los 76 del mismo mes del pasado año

21 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre los sectores no esenciales que bajaron el cierre hace ya cinco semanas figura el de los concesionarios de venta de vehículos. La inmensa mayoría de las empresas recurrieron a la tramitación de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Con la movilidad reducida por el confinamiento, el coche gana peso como artículo casi de lujo y que solo se emplea cuando resulta estrictamente necesario para acudir al trabajo. Y para eso se mima el que ya tenemos en el garaje o a la puerta de casa, dejando para más adelante el sueño de renovarlo en busca de un modelo más moderno o de mayores prestaciones.

Entre los parámetros que se pueden testar para calibrar la crisis que vive el sector de la venta de automóviles sin duda la cifra de matriculaciones figura entre los más destacados. Y en Deza y Tabeirós-Terra de Montes se ha producido una caída a plomo en cuanto a vehículos matriculados durante el pasado marzo. El Instituto Galego de Estatística (IGE) daba a conocer ayer los datos desglosados por concellos. En las comarcas solo fueron 36 los turismos que salieron a rodar por las carreteras, lo que supone una reducción por encima del 50 % respecto al mismo mes del pasado año, con 76. Todo ello a pesar de que el estado de alarma no se decretó hasta el día 15 de marzo, por tanto casi hubo medio mes de ventas normalizadas.

Si comparamos marzo con febrero, también se constata en la zona una reducción de turismos matriculados, al bajar de 54 a los ya citados 36. Por comarcas, en Deza fueron 22 las matriculaciones de este tipo de vehículos el pasado mes, por las 34 de febrero o las 52 de hace un año. En Tabeirós-Terra de Montes, se cayó a 14 en la comparativa intermensual, por los 20 previos, mientras que habían sido 34 en marzo del 2019.

Si comparamos con el primer año de la anterior crisis económica, las del 2008, la caída todavía resulta más dramática. En marzo de aquel año se contabilizaron en las comarcas 108 turismos matriculados por solo los 36 del pasado mes. En cuanto a los datos por municipios, en marzo la mayor cifra correspondió a Lalín con 10 por los 9 de A Estrada, frente a los 17 y 15 respectivamente de febrero. En Silleda se matricularon solo 4 por 10 el mes previo, mientras que curiosamente subieron en Vila de Cruces, hasta 4, respecto a los 3 de febrero, como ocurría en Forcarei, de 2 se pasó a 3. También destacan las 2 matriculaciones de turismos en Dozón, tras no tener ninguna en febrero, repitiendo en ambos meses esa cifra Rodeiro y también hubo 2 en Cerdedo-Cotobade, frente a las 3 de febrero. En Agolada no hubo ninguna en marzo, con 2 el mes anterior.

Respecto a las cifras de matriculaciones de camiones y furgonetas, también hubo una significativa caída en la zona. De las 18 de febrero se pasó a tan solo 7, es decir, casi un 60 % menos. Respecto a marzo del 2019, se bajó solo en una. El pasado mes fueron 3 en Lalín y una en A Estrada, Silleda, Agolada y Cerdedo-Cotobade. No hubo por otra parte ninguna incorporación de autobuses en las comarcas, mientras que solo fueron 5 motocicletas por las 8 de febrero, con 2 en Lalín y una en Silleda, Vila de Cruces y A Estrada, mientras que no se matriculó ningún ciclomotor, según el informe estadísticos del IGE.

En ese documento también se incluyen los remolques y semirremolques, con 5 matriculados el pasado marzo, aunque se incrementó la cifra respecto a febrero, con tan solo 3, repitiendo además el número del mismo mes pero del pasado año y, eso sí, lejos de marzo del 2008, con 16.

«Vendes algo al que se queda sin coche y tiene que comprar otro para trabajar»

Desde el inicio del estado de alarma en la firma Start Motor de A Estrada bajaron el cierre y aplicaron un ERTE. Dedicado sobre todo a vehículos seminuevos y de ocasión, aunque también median si el cliente quiere uno nuevo, se vive con preocupación el futuro de un negocio al que pasará factura la crisis. Parece complicado que se compren coches como medio de ostentación. Así lo apunta su gerente, Toño Camba, quien reconocía ayer haber vendido alguna unidad. «Vendes algo porque el comprador se queda sin coche, se la avería o se le quema, y necesita otro para ir a trabajar». Además, los márgenes son cada vez más ajustados, dice, en especial en los concesionarios ya que el consumidor busca hasta encontrar el mismo modelo al mejor precio.