Una estradense fabrica mascarillas reutilizables y las agota en 24 horas

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

cedida

Sara Durán solo cobra el material para contribuir a la protección de la población

17 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que las autoridades sanitarias recomendaron el uso de mascarillas para evitar contagios, no hay forma humana de atender la demanda. Las máscaras llegan a cuentagotas y los estradenses se desesperan por conseguir alguna recorriendo farmacias o navegando sin rumbo por Internet.

Consciente del desabastecimiento general, la costurera estradense Sara Durán Monteagudo decidió echar una mano. Cosiendo, que es lo que sabe hacer y lo que lleva haciendo media vida. La modista, que de joven se inició en el taller de Urbano y a los 52 años se hizo empresaria y creó la marca de moda infantil L’Atelier de Cuca, empezó fabricando 220 mascarillas que donó al personal del Servizo de Axuda no Fogar de A Estrada y Cuntis. «Fíxenas con tela de algodón, que era o que tiña aquí no taller. Non tiñan con que protexerse e gustoume moito poder botar unha man», explica Sara Durán.

Poco después, sacando horas a su marca de moda infantil, Sara empezó a colaborar altruistamen con otra empresa gallega que le pidió ayuda para confeccionar material de protección para donar a quienes luchan contra el coronavirus en primera fila. «Fixen 525 gorros e batas e 500 mascarillas. Despois entereime de que non as estaban regalando, senón vendendo, que incluso tiveron problemas porque non estaban homologadas. Sentoume tan mal cando me enterei que decidín empezar a colaborar pero pola miña conta», explica.

Esta semana, Sara, con la ayuda de una prima que le echa una mano, ha fabricado centenar y medio de mascarillas que ha puesto a la venta en las redes sociales. «Non me quero lucrar con isto, pero véndoas a un euro para recuperar os custes do tecido, porque neste momento non me podo permitir poñelo do meu bolsillo. Senón, faríao», explica.

«Merquei 11 metros de tela TNT, o que lle chaman tecido non tecido. Con el fixemos mascarillas con tres capas de tecido, para que sexan o máis seguras posible. Son reutilizables. Levan dúas capas interiores e a última formando un bolsillo por se alguén lle quere meter un filtro. De filtro sirve mesmo un pano de papel. O ideal é tela cirúrxica, pero eu desa case non teño. Só a emprego se hai un paciente con cancro que me pide unha mascarilla. Nese caso póñolle o filtro se o teño e non a cobro porque na casa sabemos ben o que é iso. Pero só para xente de risco. A ese xente non son capaz de cobrarlle nin o euro», cuenta.

Pedidos empresariales

Sara anunció en las redes sociales que tenía mascarillas y en menos de 24 horas se quedó sin existencias. «Agora conseguín outros 20 metros de tecido que espero recibir entre o venres e o luns para seguir traballando. Xa me chamou unha empresa que quere 500 e outra de Barcelona que pretendía que llas deixase a 50 céntimos para vendelas eles depois», cuenta Sara. «Con isto podería facerme rica, pero os que non nacemos para iso xa non cambiamos», bromea la modista.

Estos días que muchos ciudadanos confinados se aburren soberanamente, a Sara Durán no le da tiempo. «De noite corto as mascarillas, pola mañá coso a roupa de rapaces e pola tarde facemos mascarillas. Teño o día todo ocupado», cuenta.

Un catálogo infantil plagado de animales de la selva o personajes de Peppa Pig

Sara Monteagudo compagina la fabricación de mascarillas con su trabajo habitual como costurera de moda infantil. La estradense forma parte del equipo de costureras de la marca Carmencitas y de otras firmas de ropa infantil que venden por Internet. Además, tiene su propia marca, L’Atelier de Cuca, que vende on line para dentro y fuera de Galicia. La marca fabrica todo tipo de ropa para niños y niñas de cero a 10 o 12 años, dependiendo del diseño. La propia Sara diseña, corta y cose cuidadosamente cada uno de los conjuntos.

Uno de los puntos fuertes de su colección -además de la calidad- es la elección de las telas. Tejidos originales plagados de pájaros, animales de la selva o de dibujos de Peppa Pig alegran su catálogo infantil.