«Yo no salgo de casa, pero aquí hay gente que aún no acaba de creérselo»
A ESTRADA
«Se puede salir a pasear a metro y medio de distancia de la gente pero parques y playas están cerrados»
31 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.A la estradense Consuelo Porto el amor la llevó al otro lado del charco hace 29 años. «En A Estrada conocí a Luis Conde, un americano hijo de estradenses y, después de siete años de noviazgo, nos casamos y me vine a vivir aquí», cuenta Consuelo desde su casa en San Diego, en el estado norteamericano de California.
Consuelo trabaja en la oficina de contabilidad de un «community college», una alternativa popular en Estados Unidos para los dos primeros años de carrera que permite al estudiante obtener una sólida base de conocimiento general antes de concentrarse en un área de estudio específico para licenciarse. La estradense trabaja, concretamente, en el San Diego Mesa College, una entidad en la que cursan estudios nada menos que 25.000 alumnos. Desde hace días el centro está cerrado y Consuelo trabaja desde su casa. Con ella están su marido y su hija María -a la que familiarmente llaman Tico-, que está estudiando en Los Ángeles pero ha vuelto a casa debido a la situación actual. Su otra hija, Paula, acabó en diciembre la carrera de Historia del Arte y se encuentra haciendo prácticas en un museo en Washington D. C. Allí la pilló la pandemia y allí sigue instalada y trabajando, aunque también lo hace desde casa.
Consuelo asegura que, por el momento, el ambiente en San Diego es de tranquilidad. «Aquí vamos dos semanas por detrás de España y está pasando lo que pasó ahí. Mucha gente aún no acaba de creérselo. La gente aún está reaccionando», cuenta. «Mucha gente no está trabajando y se lo toma como un día de paseo. Aquí se puede salir a pasera por tu barrio. Yo no salgo porque me da yuyu, pero aquí se puede pasear por tu vecindario manteniendo una distancia de metro y medio respecto a otras personas y hay mucha gente que lo hace», explicaba el viernes la estradense. «Hasta hace poco se podía incluso ir al parque o a las playas y, al no trabajar, mucha gente iba, pero como se concentraban muchas personas tuvieron que cerrar playas y parques», comenta.
«Nosotros vivimos en una urbanización y no vemos el ambiente en las calles, pero ayer me escribía una amiga gallega que es científica y que también vive aquí y trabaja desde casa que desde la ventana veía un parque en el que había gente hasta con tumbonas», cuenta. «Me decía: ‘Como estos americanos no toman vacaciones, se creen que esto son vacaciones’», comenta.
«Creo que está pasando un poco lo que pasó ahí al principio. Los primeros días también fue la gente en masa a los supermercados. El papel higiénico volaba y el agua se agotaba», explica.
Aislados y tranquilos
«Nosotros estamos bien. Aislados y tranquilos. Mientras no entre nadie de fuera no va a haber problema. Estamos en contacto con la familia ahí en España y también están todos bien, así que de momento no hay motivo para la preocupación», dice.