A Estrada lucirá esta Navidad un belén de 15 metros con luz, sonido y estanque con peces

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

r. g.

El conjunto ofrece una noria, un acueducto y fincas en miniatura de guisantes, trigo o lentejas naturales

07 dic 2019 . Actualizado a las 21:12 h.

El belén de la iglesia parroquial de A Estrada se está convirtiendo en uno de los atractivos navideños del municipio. Lo visitan creyentes y ateos y todos coinciden en que merece un recorrido pausado para apreciar los múltiples detalles.

Según explica la principal artífice de la obra, Isabel Villamor, el nacimiento de este año tendrá 15 metros de largo, abarcando desde la entrada izquierda al templo parroquial hasta la imagen de San Cristóbal. «Non hai marxe para máis», comenta Villamor. De fondo, la composición oscila entre los 2,60 y los cuatro metros, dependiendo de las necesidades espaciales del templo.

El conjunto engloba doce escenas relacionadas con el nacimiento de Jesús. Quien tenga algo de cultura religiosa podrá distinguir los desposorios de San José y la Virgen, la Anunciación del ángel a María, la visita de la Virgen a Santa Isabel, la búsqueda de posada de José y la Virgen, el portal de Belén, la anunciación a los pastores del nacimiento de Jesús, el castillo de Herodes, la huida a Egipto, la circuncisión, la presentación en el templo o el regreso a Nazaré de José y María con su hijo.

El conjunto está aderezado con múltiples figuras y escenas costumbristas, muchas de ellas con elementos en movimiento que llaman la atención del visitante. Hay un hombre cavando, dos cortando leña, otro herrando un caballo, una forja en acción, un carnicero con su machete, un alfarero dando forma al barro, un zapatero trabajando y hasta una mujer que da escobazos a un gato que intenta robarle el pescado.

Una matanza a la gallega

En el nacimiento también hay cabida para tradiciones autóctonas ajenas a la cultura de la época del nacimiento de Jesús pero que ponen un punto local y costumbrista al conjunto. Como la escena de la matanza del cerdo, una aportación muy gallega que nunca se vio en Belén.

Además de las figuras móviles, los elementos naturales son otro de los detalles que más llaman la atención de los visitantes. Habrá lechugas, pinos, guisantes, trigo, lentejas o lombardas.

No obstante, para los niños, lo más llamativo es el estanque, con 500 litros de capacidad y con peces vivos, así como la noria movida por el agua, el río y el acueducto que riega las plantaciones en miniatura.

Tal derroche de vistosidad se completa con un sistema de luz y sonido que permite que en los pueblos amanezca con el canto del gallo, se vaya haciendo la luz progresivamente y luego vuelva a anochecer. Ese sistema se ha mejorado este año con la adquisición de sistema de luz y sonido especialmente diseñado para belenes de cierto calibre.

Isabel Villamor, el alma mater de un proyecto que mejora cada año

Detrás de un nacimiento como el de A Estrada hay muchas horas de trabajo. Este empezó a montarse el 3 de noviembre. «Levamos cinco semanas a voltas con el», cuenta Isabel Villamor, la principal artífice del belén.

Villamor ya no recuerda con exactitud cuándo empezó a colaborar con el belén. «Haberá xa dez anos. Empecei con Enrique Durán, Margarita Couceiro e Margarita Paz», cuenta. De aquel cuarteto inicial se ha quedado ella al frente. Cuando llega esta época dedica todo su tiempo de ocio a montar el belén, que cada año ha ido ganando metros. Según cuenta, hay muchos detalles a tener en cuenta y muchas cosas que se pueden torcer. «Eu son a cara máis visible, pero hai máis xente que me bota unha man. A miña familia axúdame e dame ideas e os meus amigos tamén, a veces colaborando no belén e outras coidándome a granxa para que eu me poida dedicar a isto», explica agradecida.

Tanto se implica la estradense que hasta planta semilleros de guisantes, trigo o lentejas en su casa para después colocar en el nacimiento. A veces incluso va fichando plantas en casa de su familia o amigos y las pide prestadas para conjugar mejor el belén. En estas fechas, los nervios están a flor de piel y el nacimiento no le sale de la cabeza. Esta noche, ella y los suyos lidiaban con los últimos detalles de la iluminación y el sonido con el objetivo de poder inaugurar el belén mañana domingo por la mañana, aunque no prometen nada.