Mariano Casas, profesor en el IES García Barros: «Dibujando Santiago aprecias su belleza más allá de la zona vieja»

Montse García Iglesias
montse garcía SANTIAGO / LA VOZ

A ESTRADA

SANDRA ALONSO

Acaba de publicar una guía de la ciudad de «exaltación del orgullo picheleiro»

02 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El protagonista. Ilustrador, historietista y profesor, Mariano Casas Gil, madrileño de nacimiento, vive en Santiago y ejerce la docencia en A Estrada.

El libro. Recoge más de 60 dibujos de diferentes partes de la ciudad, una guía de viaje para compostelanos.

De las calles del casco histórico a las fábricas del polígono del Tambre. De las fiestas de la Ascensión o la estatua de Rosalía en la Alameda a los centros comerciales Área Central y As Cancelas. Mariano Casas Gil lleva dos años dibujando la ciudad con un objetivo: realizar una «guía de viajes», pero esta vez no orientada a los miles de turistas que visitan Compostela, sino para sus propios vecinos. «Es como una parodia de este tipo de guías; una visión en positivo de lo propio, poner en valor lo que tenemos», asegura el autor de Santiago para picheleiros, Volume 2, que reúne más de sesenta de sus dibujos acompañados por textos.

Este trabajo tiene su origen cuando Mariano Casas -pintor, ilustrador y profesor de Plástica en el IES García Barros de A Estrada- publicó a su regreso de un viaje a Roma unos dibujos sobre el Trastévere y fueron muchos los que le plantearon que hiciera lo mismo con Santiago. Y así lo hizo con el claro objetivo de reivindicar lo más cercano. Primero iba a ser un cuaderno de dibujos, pero luego lo convirtió «en esta especie de guía turística para no turistas», explica. Si en el primer volumen utilizó los rotuladores para reflejar la ciudad, en esta ocasión, empleó parallel pen, una herramienta de grafía. Además, este nuevo volumen que acaba de publicarse cuenta con mayor número de dibujos y más textos.

Este madrileño de nacimiento pero picheleiro de adopción explica que dibujar obliga a observar de diferente manera la ciudad. «Llevo dos años dibujando Santiago y aprecias la belleza que tiene no solo la zona vieja -que es lo que dice toda la gente-, sino también la nueva, los barrios, Vite, Vista Alegre, Paxonal... Hay sitios muy bonitos que normalmente no percibimos como tales», asegura. Pone el ejemplo de cómo cambió su perspectiva sobre el Hospital Xeral, que incluyó en el primer volumen de Santiago para picheleiros. «Siempre lo había visto como una ruina, como un edificio a demoler, pero, desde que lo dibujé, aprecié la belleza que tiene», relata.

¿En qué se basó para la selección de dibujos? «Me guío por mis preferencias, pero también por lo que a la gente le gusta cuando lo comparto por las redes», afirma Mariano Casas. Santiago para picheleiros recoge algunos lugares que para él tienen connotaciones añadidas, como pueden ser las galerías Zafiro, donde vivió, o las del Gasteiz, a donde acudía en su época de estudiante. «No es que sea un libro nostálgico, pero sí hay lugares que para mí fueron especiales», asegura. Además, buscó que hubiese una representación de toda la ciudad. ¿Alguna zona le sorprendió? «Estuve dibujando varios días en los centros comerciales, As Cancelas y Área Central, que normalmente asocias únicamente como lugares de compras. Al hacerlo con la misma actitud que cuando dibujas una catedral o una zona vieja, también encuentras su belleza. Claro que es otro tipo, pero sacar algo bonito de ahí también es interesante», señala. Mariano Casas incide en que el dibujo «es una herramienta de observación muy poderosa» ya que con ella se interioriza lo que se ve.

Para el artista y profesor, que en los 90 había realizado postales y suvenires de Compostela, afrontar esta guía «es diferente porque supone mirar la ciudad desde el punto de vista del vecino, no para contentar al turista. Como otras muchas ciudades, Santiago, al estar tan volcada en el turismo, la imagen que damos fuera no existe. Compostela tiene mucha más vida de la que mostramos y exportamos». Por ello, la guía es una «exaltación del orgullo picheleiro» principalmente dirigida para compostelanos, pero que también interesa a los visitantes «porque es una visión de la ciudad no hecha con el molde del turismo».