La expendedora de la Praza do Mercado cumple 10 años con demanda en auge y unos 1.000 litros al mes de ventas
08 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Hace una década que a la plaza de abastos de A Estrada llegó una máquina expendedora de leche fresca instalada por la ganadería Conde da Xesteira con la intención de apostar por la venta directa de un producto de máxima calidad. Entonces, nadie sabía a ciencia cierta si los estradenses se habituarían a cambiar el brick del supermercado por la botella rellenable. Diez años después ha quedado claro que los vecinos se apuntan a lo saludable.
Según explica Jesús Conde, que regenta en Lamas una ganadería con noventa cabezas de vacuno de leche, la demanda del producto fresco continúa creciendo lenta pero progresivamente. En sus inicios, la máquina servía unos doscientos o trescientos litros de leche a la semana. Hoy por hoy, se venden entre 900 y 1.000 litros semanales, aunque con altibajos unas veces explicables y otras no tanto. Se ha comprobado, por ejemplo, que el mes de mayor consumo es mayo y el que registra el menor es febrero. Julio tiene días de bajón -quizás por vacaciones cortas de los habituales- y agosto en cambio es uno de los mejores meses. Por el incremento de la venta de botellas en este período se deduce que visitantes y turistas no quieren dejar A Estrada sin probar la auténtica leche local.
Desde la puesta en servicio de la máquina expendedora -situada ahora en la Praza do Mercado- los precios del producto se mantienen. Cuesta un euro el litro de leche. En cuanto a los recipientes, la botella de cristal de un litro se vende a 1,20 euros y la de plástico de 1,5 litros -que puede reutilizarse hasta un mes- a 0,40 euros.
El producto cuenta con clientes fijos que disponen de llaves recargables para hacer más cómoda la retirada del producto. Hay unas 150 repartidas entre la clientela fiel.
Según explica Jesús Conde, el cliente tipo está muy definido: personas mayores y familias jóvenes con hijos pequeños a los que quieren ofrecer una alimentación saludable.
Conde no se cansa de explicar las ventajas de su producto respecto a otros del mercado. Según cuenta, por la alimentación de los animales, se trata de una leche baja en grasa de forma natural. Su nivel de grasa está por debajo del 3,40 del de la leche entera y supera por poco el porcentaje de grasa de la leche semidesnatada, que no puede pasar del 2,70.
El producto tiene una vida útil de ocho días -aunque por precaución se establece una caducidad de seis días-.
Se trata de leche fresca pasteurizada pero con una gran diferencia respecto a otras del mercado. El pasteurizador eleva la temperatura a 74 grados durante 20 segundos y la enfría de inmediato a 4 grados. «Así matas o 99,99% das bacterias sin matar vitaminas e nutrientes», explica Jesús Conde. Otras marcas elevan la temperatura a 80 u 85 grados. «Aí mátase todo. Matas o malo pero tamén as cousas boas», explica.
Conde da Xesteira produce 47.000 litros de leche al mes. De momento solo coloca 2.000 en la venta directa, en la máquina expendedora, en puntos de venta en Caldas y la gasolinera de Santa Lucía y abasteciendo a la fábrica de postres artesanos Casa Xacobe. El resto, la vende a la industria. Todo se andará.