El importe de las facturas sin pagar creció durante el 2018 en cuatro municipios, con el caso más destacado en A Estrada, que duplicó la cuantía en un año
07 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Las facturas que los nueve concellos de Deza y Tabeirós-Terra de Montes adeudan a las empresas con las que contratan ascendía a 2,67 millones de euros al cierre del pasado ejercicio. Supone una mejoría respecto a las cifras a 31 de diciembre del 2017, aunque el avance resultó dispar si analizamos los datos por municipio. En cuatro ayuntamientos hubo menos dinero pendiente de abonar a los proveedores, pero en idéntica cifra se aumentó la cantidad adeudada, sin que pueda establecerse comparativa en uno de ellos, Dozón, ya que los datos hechos públicos estos días por el Ministerio de Hacienda no computan el 2018 en este municipio dezano. La reducción en conjunto fue poco más de 200.000 euros, desde los 2.872.423 a 2.670.444 euros.
Aunque los ayuntamientos han avanzado de forma notable, tanto en el recorte de los plazos de abono de esas deudas y también en el pago de esas cuantías, siguiendo los criterios que dicta la ley sobre morosidad, las últimas cifras ministeriales permiten constatar que esa regla quedó rota de forma significativa al menos en A Estrada. Cerró el pasado año con abonos pendientes a sus proveedores de 1,17 millones de euros, duplicando con creces la cifra correspondiente al 31 de diciembre del 2017, cuando fueron 538.644 euros. El municipio estradense acapara casi la mitad de toda la cuantía pendiente de pago en las comarcas por parte de los gobiernos locales.
Donde también se incrementaron los compromisos pendientes de pago fue en Forcarei. La situación fue diametralmente opuesta. Si al cierre del 2017 en la práctica cerró sin deudas con proveedores, tan solo la estadística de Hacienda refleja 109 euros, el 2018 lo acabó con 219.840 euros a abonar. El incremento fue a nivel porcentual el más destacado, sin duda, aunque con una cuantía inferior a la estradense.
Los incrementos de deuda fueron más moderados en los otros dos concellos donde se produjo esta situación. En Rodeiro se pasó de 88.468 euros a 31 de diciembre del 2017 a 99.529 euros doce meses después, mientras que en Vila de Cruces se subió desde los 28.968 a 34.021 euros. Por tanto se trata de diferencias mucho menos significativas que en A Estrada y Forcarei.
En el polo opuesto, es decir, recortando las cuantías pendientes de pago a las empresas que contratan se situaron otros cuatro municipios. Entre ellos, por volumen económico y también por porcentaje, cabe destacar el caso de Silleda. En este municipio se pasó de los 825.849 euros a tan solo 99.938, es decir, una reducción de más del 85 %. Por su parte, en Lalín se redujo la cantidad de 854.638 a 744.984 euros, es decir, en torno a 110.000 menos. También en Cerdedo-Cotobade se cayó, en su caso desde los 377.493 a los 233.486 euros. Por último, en Agolada se redujo desde los 79.638 a los 64.768 euros.
Hacienda también computa a la Mancomunidade Terras do Deza, que en ambos ejercicios no debía nada a proveedores.
Cerdedo es el único ayuntamiento que excedió el plazo legal de 30 días al realizar sus pagos
Los concellos de las comarcas mejoraron durante el 2018 en el cumplimiento de la ley de morosidad, que obliga a las entidades locales a liquidar sus facturas con las empresas en un plazo medio inferior a 30 días. Aunque algunos tuvieron dificultades durante el ejercicio para cumplir ese marco legal, al finalizar el pasado ejercicio tan solo Cerdedo-Cotobade superaba ese límite, abonando a los proveedores con una media de 46,43 días. Fue el único ayuntamiento de la zona cuando al cierre del 2017 habían sido dos, Dozón, que pagaba entonces a 114,09 días y del que no hay datos del 2018, así como A Estrada, que lo hacía a 41,40.
El pasado año la mejor media la tuvo Silleda, que abonó sus facturas a 0,77 días, siendo también baja la de Vila de Cruces, a 6,25, mientras en Rodeiro se hacía a 12,61; en Forcarei, a 12,61; o en Lalín a 14,41 días.