Tres edificaciones de la zona optan a los premios de arquitectura COAG

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

cedida

Las candidatas son dos casas rehabilitadas en A Estrada y Cerdedo y una guardería

01 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres construcciones de la comarca de Tabeirós-Montes competirán en la próxima edición de los Premios de Arquitectura del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG). En las distintas categorías del certamen participan un total de 154 propuestas visadas, ejecutadas y finalizadas en Galicia entre el 31 de julio del 2016 y el 31 de julio del 2018. Entre ellas figuran dos obras de A Estrada y una de Cerdedo.

En la categoría de restauración, entre una veintena de candidatas, figuran la rehabilitación de la casa rectoral de Santa María de Olives (A Estrada) -del arquitecto José Valladares- y la de una vivienda en Cerdedo -del arquitecto Francisco Galiñanes Chaves-. Asimismo, en la categoría de equipamientos, entre las diez obras nominadas figura la de la Escola Infantil de A Baiuca (A Estrada), de los arquitectos Elizabeth Abalo y Gonzalo Alonso.

De estas tres obras, las dos estradenses cuentan con reconocimientos precedentes. La rehabilitación de la casa rectoral de Olives fue merecedora de un accésit en la edición del 2017 del Premio de Intervención da Paisaxe de la Fundación Juana de Vega. La construcción fue rescatada de la ruina gracias al acuerdo de la Iglesia con un particular que ha costeado la rehabilitación a cambio del uso temporal del inmueble como vivienda familiar. El usufructuario, Alejandro Valladares Durán, confió la actuación a su hermano José Valladares, socio del estudio compostelano Rvr Arquitectos. El resultado es una actuación respetuosa con la construcción y con su entorno a partir de una meticulosa lectura de las ruinas.

Por su parte, la obra de la Escola Infantil obtuvo en el 2018 el premio Gran de Area del COAG por su aportación a la arquitectura, concedido a las obras que por su escala y carácter responsable contribuyen a mejorar el entorno y a crear cultura arquitectónica.

Por último, la restauración de la vivienda cerdedense aprovechó una vivienda matriz, una construcción adosada y una palleira-horno para crear dos viviendas autónomas dentro de la misma unidad familiar, una para una pareja de avanzada edad en el bajo y otra para una joven en el piso superior. Las intervenciones exteriores se redujeron al mínimo, eliminando añadidos y respetando el valor del conjunto.