Las obras del nuevo centro de salud de A Estrada arrancarán el lunes

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

Los trabajos de construcción tendrán que concluir antes de que acabe el 2019

02 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La cuenta atrás para la construcción del nuevo centro de salud de A Estrada ha comenzado con la firma del acta de replanteo. Tuvo lugar en la mañana de ayer sobre la propia parcela, situada en la zona de servicios de A Baiuca, justo frente al edificio de la segunda escuela infantil local, que se estrenará el próximo curso.

Según informa el responsable de la constructora que ejecutará los trabajos -la UTE Puentes y Calzadas-Ogmios-, Manuel Feijoo, las obras comenzarán la próxima semana. El jefe de obra prevé que en la mañana del lunes se produzca el desembarco de la maquinaria en la zona y, a última hora de ese día o bien el martes por la mañana, comiencen los movimientos de tierras.

Las obras cuentan con un plazo de ejecución de 17 meses, por lo que han de estar concluidas antes del 1 de enero del 2020. La empresa todavía no sabe si será posible acortar plazos. «Estos días estudiaremos el proyecto para ver si es posible», explica Manuel Feijoo. No obstante, si nada se tuerce, lo que sí está garantizado es el fin de las obras en el próximo año, tal como había prometido en noviembre del 2017 el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, durante su visita a A Estrada para anunciar la licitación. «Las obras comenzarán en el año 2018 y el año 2019 será sí o sí el de la finalización», prometía entonces el titular del departamento autonómico.

El nuevo centro de salud se construirá en una parcela de 4.262 metros cuadrados cedida por el Concello a la Xunta. El ejecutivo autonómico invertirá 3,9 millones de euros en esta infraestructura, que dará servicio a los beneficiarios de las 20.957 tarjetas sanitarias vinculadas al centro de salud local. De ellas, 2.369 corresponden a población pediátrica.

El edificio contará con tres plantas, además de un semisótano destinado a almacenes e instalaciones, con un acceso totalmente independiente.

En la planta baja estarán la recepción y el área de administración, con un gran vestíbulo central. En un ala se situará Pediatría, con tres consultas pediátricas y dos de enfermería pediátrica. Al otro lado del vestíbulo estará el área de apoyo al diagnóstico, que cuenta con salas de toma de muestras, de radiología y de ecografías. A continuación se emplaza el área de urgencias, con dos consultas de medicina y dos de enfermería y dos salas de reanimación y observación. Esta zona tendrá una entrada independiente situada en el frente hacia la N-640, con un acceso para ambulancias conectado con la sala de reanimación.

En la primera planta habrá once consultas de medicina general y otras tantas de enfermería, además de las de farmacia, un despacho para el trabajador social, salas polivalentes y zona de personal.

En la segunda planta se situará el área de la mujer -con dos consultas de matrona- y las consultas de odontología e higienista dental. En esta planta estarán también el área de fisioterapia y rehabilitación -con cuatro consultas-, una zona de salud mental con dos consultas de psiquiatría y dos consultas de trabajador social.

El edificio tiene forma de U y define una plaza sembrada de bancos y árboles

Según explica el arquitecto y director de obra, Manuel Vázquez Muíño, su intención al diseñar el centro médico no fue la de definir un edificio sin más, sino la de crear un espacio urbano de calidad. Para ello ideó un edificio en forma de U abierta hacia la nueva calle que organiza el área de A Baiuca y que conecta la N-640 con la Avenida da Torre. Esa U define una plaza en relación con la calle y con la escuela infantil situada enfrente. En ella está proyectada la instalación de bancos en forma de bloque y de otros con respaldo, más ergonómicos. Varios árboles humanizarán y darán sombra al espacio. «Un centro médico no deja de ser un punto de encuentro social», explica Vázquez Muíño. La plaza en la que se sitúa la entrada principal al centro busca crear un espacio para el descanso y la relación social.

El edificio se concibe con una fachada hacia la plaza totalmente acristalada. En la zona que da a esta cara se sitúan las salas de espera de todas las consultas. «Todas las esperas se vuelcan a la plaza, buscando hacerlas más amenas», explica el arquitecto. Las consultas propiamente dichas, en cambio, tienen solo pequeños vanos hacia la parte posterior del edificio, buscando una mayor privacidad. Mientras, pediatría y urgencias se sitúan en la planta baja del edificio, para facilitar el acceso con carritos y sillas de niños y agilizar el acceso en los casos de emergencias.

En el diseño se ha primado la presencia de luz natural en las salas de espera para hacer la estancia más agradable y la clara circulación entre los distintos servicios del centro médico.