El club de Loimil esperará al día 31 de julio pero descarta seguir en Preferente
23 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El Estudiantil no está dispuesto a continuar en tierra de nadie. El club se siente ninguneado por la Justicia con una sentencia esperada ya hace más de un año donde consideran que les darán la razón en el litigio de tres puntos por un partido con el Arzúa. Un fallo favorable les daría de forma automática el ascenso a Tercera División. La tardanza en la resolución del litigio obligó al club de Loimil a mantenerse esta recién terminada temporada en Preferente, pero la directiva no está dispuesta a vivir esa misma situación en la campaña 2018-2019. La junta que preside Arturo Fandiño recibió ayer en asamblea el respaldo de los socios para lanzar un órdago. Si no llega la sentencia antes del día 31 de julio, automáticamente se renunciará a la Preferente y se saldrá en Tercera Autonómica.
El club azulón a través de su gabinete jurídico está «tocando todas as portas» para que haya una sentencia judicial cuanto antes, según explicaba Fandiño. Incluso podría llegar en un plazo de una o dos semanas. En el hipotético caso de que se resuelva en contra de los intereses del Estudiantil, el presidente ya avanzó que continuarán recurriendo a instancias superiores porque consideran tener la razón de su parte «se temos que esperar nove ou dez anos como o Obradoiro para subir de categoría, os esperamos».
Tanto si la resolución judicial es desfavorable como si no llega antes del 31 de julio, el Estudiantil adoptaría una medida extraordinaria e inusual en el mundo del fútbol. Bajaría de la Preferente Norte al grupo de Tercera Autonómica donde les colocase la Real Federación Galega de Fútbol, es decir, a la categoría más modesta en aficionados y tres categorías por debajo de la actual. Arturo Fandiño incidía ayer en que ya testaron plazos y si sería posible esa medida, recibiendo la corroboración de que sí.
¿Por qué una medida tan drástica? El presidente del Estudiantil esgrimía varias. La primera de carácter económica tras el fuerte déficit de la recién concluida temporada, preguntándose si merece la pena desembolsar en torno a 60.000 euros de nuevo para pasar dificultades en mitad de tabla de la Preferente. En segundo lugar, porque hay el absoluto convencimiento de que les deben ascender y que debería ser ahora la resolución judicial, cuando tras los ascensos y descensos de la campaña además se genera un hueco en Tercera División que podrían ocupar, sin que posteriormente la entidad federativa se viera obligada otro año a crear de forma especial un grupo de 21 equipos para acoger al club azulón. Y también porque en la directiva se preguntan qué aliciente sería seguir en Preferente, respondiéndose que ninguno.
La junta que presidente Fandiño considera además que hay un riesgo mínimo de que el equipo no llegue a través de esa anhelada sentencia a Tercera División, pero si no llega la resolución antes del 31 de julio se procedería a salir en otra Tercera, la Autonómica, para no perder los derechos.
Una buena temporada con la final de la Copa Diputación como colofón
Arturo Fandiño esgrimía argumentos para defender la labor del equipo directivo desde que accedió, primero como gestora, logrando mantener al equipo en Preferente después de muchas dificultades. En la segunda temporada y primera completa de la actual junta destacaba el ascenso virtual a Tercera División pendiente del Juzgado, mientras en la recién acabada campaña, con una apuesta por gente joven buscando mantenerse, no solo se logró ese objetivo terminando a mitad de la tabla clasificatoria en Preferente sino que además alcanzaron la final de la Copa Diputación, donde perdieron con el Choco, doblegando en la final zonal al Estradense.
Con ese bagaje lograron convencer a la masa social para asumir el riesgo de esperar por una sentencia que podría no llegar antes del plazo tope que se marcan, lo que supondría jugar la próxima temporada en Tercera Autonómica. Eso hizo este año el Estradense B, para poder ser filial del primer equipo. El objetivo era bien distinto.
Arturo Fandiño asegura que agotará mandato al margen de la categoría de juego
Algún directivo previamente o incluso socios durante la asamblea llegaron a plantear la continuidad en Preferente con un equipo confeccionado principalmente por gente joven si no llegaba esa ansiada sentencia. Pero Fandiño y su junta se mantuvo firme en que antes o después se jugará en Tercera División. Con la certeza de que tampoco hay un plazo concreto para ello, se mantendrán los derechos saliendo en Tercera Autonómica si no ocurre ese ascenso antes del 31 de julio, conformando una plantilla de futbolistas jóvenes de la zona. No importaría además el tiempo que se estaría en esas categorías modestas del fútbol gallego. Además se ahorrarían buena parte de los 60.000 euros que al menos cuesta salir en Preferente para ese futuro en Tercera División y tener un proyecto de garantías para intentar mantenerse.
El presidente también dejó claro que al margen de la categoría en la que milite el club, tanto él como su equipo directivo agotarán el mandato. En la actualidad les restan dos temporadas al frente del Estudiantil.
La temporada se cerró con un déficit de 30.543 euros, que asumirán tres espónsores
En la asamblea el equipo directiva también presentó el balance económico de la temporada 2017-2018, que arrojó un significativo déficit de 30.543 euros. Tan solo 55 socios renovaron el carné a 60 euros cada uno, con 3.300 de ingresos de esa partida. En total de socios, taquilla, rifas, sorteos y otros pequeños ingresos se lograron 18.985 euros, mientras que 11.800 proceden de la subvención provincial y la disputa de la final de la Copa Diputación, con 4.000 que aporta el Concello de A Estrada. Los ingresos totales fueron de 34.785 euros.
Por contra, los gastos se dispararon hasta los 65.328 euros a pesar de que muchos desembolsos salieron directamente de los bolsillos de directivos o patrocinadores, desde el lavado de ropa a consumiciones o cenas, entre otros. La principal partida correspondió al pago de plantilla y cuerpo técnico, con 56.950 euros, mientras fueron 5.795 para arbitrajes y 2.583 de otros costes, principalmente la mutua de los futbolistas. Ese déficit que supera los 30.000 euros será asumido por los tres principales espónsores del club de Loimil.
Fandiño explicaba que se disparó más de lo previsto el coste de la plantilla al reforzarse en busca de salvar la categoría y ante lesiones como la del portero José, que obligó a fichar otro de garantías. Mientras, los resultados deportivos afectaron a la falta de renovación de carnés de socios y menor presencia de público, además de menos aportación de patrocinadores.
La decisión obliga a retrasar la confección de la plantilla y la continuidad de Gelucho
La decisión aprobada ayer en la asamblea de socios abre además un compás de espera para cuestiones tan importantes como la confección de la plantilla y la continuidad del cuerpo técnico encabezado por Gelucho. Al entrenador ya se le comunicó la medida y esperará acontecimientos siempre que «non lle chegue unha oferta moi boa dunha categoría superior; somos amigos e o adestrador está disposto a agotar prazos», significó Fandiño aunque lógicamente un técnico del prestigio de Gelucho sí que no estaría al frente del equipo en Tercera Autonómica.
Desde la directiva además se informará de inmediato a los capitanes de su resolución para explicarles que se trata de la mejor decisión posible y que la preparación de la temporada 2018-2019 se aplaza sin fecha, con el fin de que tanto ellos como el resto de jugadores puedan tomar también sus propias decisiones e incluso abandonar la entidad si encuentran otras ofertas en este tiempo. «Non vamos a enganar a naide, estamos moi contentos con istes vinte rapaces pero a directiva pensa que o mellor para o clube é esperar que saia a sentenza despois de estar un ano enganados e para non ter o mesmo problema na nova tempada, de estar a espera, de ter que buscar reforzos para manterse e perder diñeiro», argumentó Arturo Fandiño.
Baja de Brais Calvo
Quien ya es seguro que no seguirá es Brais Calvo, con varias ofertas incluso con empleo incluido.