López y Blanco, exculpados de los 10 delitos que les achacó el exsecretario

A ESTRADA

MARCOS MÍGUEZ

La Audiencia desestima el recurso del funcionario contra el archivo de la causa

02 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Un auto de la Audiencia Provincial de Pontevedra dictado este miércoles acaba de poner fin a la guerra judicial emprendida por el exsecretario municipal del Concello estradense, José Naveira, contra el gobierno local.

En la espiral de desentendimiento generada por la tramitación y aprobación de un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) que no convencía al secretario, el técnico había acabado presentando una querella contra el alcalde estradense, José López, y el teniente alcalde Alberto Blanco y acusándolos de un total de diez delitos. La causa fue archivada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de A Estrada, pero el funcionario presentó ante la Audiencia un recurso de apelación contra el sobreseimiento del caso.

El tribunal provincial, en un auto dictado el 30 de mayo, recuerda que el proceso penal solo debe seguirse a partir de indicios «y no de simples sospechas» y considera que en este caso no existen indicadores racionales de criminalidad que justifiquen la reapertura de la causa archivada. Por este razón, la sala ha desestimado el recurso de apelación de José Naveira en un auto firme contra el que no cabe recurso.

El exsecretario le imputaba conjuntamente a López y Blanco ocho delitos: amenazas, coacciones, injurias, injurias con publicidad, calumnias, calumnias con publicidad, prevaricación y acoso laboral. A mayores, la querella acusaba de allanamiento a Alberto Blanco ?por la entrada en su despacho un día que ambos mantuvieron una fuerte discusión sobre el PXOM que fue grabada por el exsecretario? y de nombramiento ilegal a José López, por el de María Jesús Fernández como secretaria accidental durante las vacaciones del titular de la plaza, durante las que se firmó el informe a favor del PXOM que hizo posible su aprobación definitiva en pleno.

Según el auto de la Audiencia, no existen indicios de las amenazas ni coacciones a las que Naveira asegura que se vio sometido por el gobierno para que informase a favor del PXOM. La Audiencia considera que ni la invitación al querellante para que cogiese vacaciones ni la expresión «guerra total» empleada en el transcurso de la discusión constituyen delito alguno. Tampoco aprecia acoso laboral por entender que en este caso nunca hubo trato hostil o vejatorio en el ámbito laboral «de forma recurrente y sostenida en el tiempo», sino más bien una «mala relación» derivada de la diferencia de criterios pero no punible penalmente.

A la vista de las pruebas documentales aportadas, la Audiencia descarta también la prevaricación administrativa y la ilegalidad del nombramiento y tampoco ve indicio alguno de allanamiento.

Respecto a las expresiones utilizadas por el gobierno para referirse a la actuación del exsecretario, la sala estima que en el contexto en el que se efectuaron «no suponen sino un juicio de valor, un ejercicio del derecho de crítica dentro del ámbito del debate entablado, en el ámbito de la libertad de expresión, en el que el recurrente tuvo también la oportunidad de rebatirlas». El auto especifica que las expresiones e imputaciones vertidas en ese contexto, «al no entenderse revestidas de dolo, deben quedar al margen del derecho penal».

Naveira defendía una nueva exposición del PXOM que el gobierno consideraba letal

El enfrentamiento entre el exsecretario municipal de A Estrada, José Naveira, y el gobierno local se originó a raíz de la tramitación del Plan Xeral de Ordenación Municipal. José López usó la aprobación del PXOM como bandera electoral y, una vez, en la alcaldía, se propuso desatascar el proceso. La ley imponía la adaptación del documento a la nueva Lei do Solo y el gobierno le ofreció al secretario ponerse al frente de un equipo de trabajo con la misión de adaptar el Plan a la legislación sin entrar en cambios de calado que exigirían una nueva exposición pública.

Naveira aceptó el encargo, pero culminada la reforma del Plan año y medio después anunció que, en su opinión, era precisa una nueva exposición. El gobierno la veía como un retorno al bucle en el que el documento llevaba preso más de dos décadas. Fue entonces cuando el Concello pidió a todos sus trabajadores que pusiesen fecha para el disfrute de las vacaciones pendientes. Naveira cogió las suyas a regañadientes, haciendo constar que, en caso de que se quisiese informar sobre el PXOM en su ausencia, estaba dispuesto a regresar. El informe a favor del Plan ?que luego fue puesto en tela de juicio y respaldado en los tribunales? se hizo sin él. Naveira sí estuvo en el pleno de aprobación del PXOM. Pidió voz para leer un informe, pero le fue denegada. No obstante, a petición del PSOE, el informe se incorporó al expediente.

El secretario presentó después una querella, pidió una licencia y al final cambió de destino. El PXOM y el gobierno salieron airosos del largo periplo judicial.