A Estrada estudia decorar con grafitis la Casa da Música y la plaza exterior

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

miguel souto

El gobierno busca propuestas artísticas que hagan referencia al mundo musical

18 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El edificio más horripilante se puede convertir en obra de arte si sus paredes dan vida a un buen mural. Por eso las pinturas murales son pura tendencia. En muchas ciudades están empezando a poblar traseras de edificios desconchados, fachadas ochenteras que han resistido mal el paso del tiempo y barrios enteros que cobran nueva vida a través de las recreaciones pictóricas.

En Galicia, las abuelas con superpoderes de Joseba Muruzábal empiezan a ser casi como el Guernica y, en Estepona (Málaga) un concurso de murales ha dado alegría a muchos barrios y hasta ha servido para crear una ruta turística.

En A Estrada, alguna vez se ha echado mano del grafiti para dignificar algún espacio. Se hizo en el colegio Pérez Viondi, donde un concurso permitió sepultar las pintadas de mal gusto bajo grafitis y murales que han dado otra alegría al centro. También en las antiguas dársenas de la estación de autobuses y en algún muro del casco urbano. Estas iniciativas estuvieron siempre lideradas por el colectivo juvenil La Estación, un grupo de jóvenes que ha convertido A Estrada en una de las capitales gallegas de la cultura urbana por su concentración de citas de skate, parkour, gratiti, videojuegos o música electrónica.

El Concello pretende ahora volver a echar mano del grafiti o de la pintura mural para dar un nuevo aire a uno de sus espacios urbanos. En este caso no se trata de un espacio degradado, sino de la Praza da Música, un nuevo espacio público inaugurado aún el pasado mes de noviembre.

La reforma de la plaza -que antes se utilizaba como aparcamiento del parque móvil de los servicios locales de Emerxencias y Protección Civil- costó 81.600 euros. La actuación incluyó la retirada de la valla que cerraba el párking y la apertura a la calle de una nueva plaza diáfana de unos 1.000 metros cuadrados de superficie.

La plaza cuenta con un sencillo mobiliario de bancos en hormigón con asiento de madera, unas cuantas farolas y varios árboles.

Sin embargo, todavía le falta algo. La plaza ha quedado cerrada al fondo por un sencillo muro de bloques que afea notablemente el conjunto. Además, desde el principio el gobierno mantuvo que la Praza da Música sería un espacio con alguna referencia al mundo musical. Aprovechando que el edificio que la preside es la Casa da Música -que alberga la Escola Municipal de Música y el Conservatorio- el gobierno pretendía rendir tributo en la plaza a la tradición musical local. Se barajó la colocación de alguna escultura o de algún elemento en el que ir incorporando los nombres de los artistas locales que se vayan homenajeando en un nuevo reconocimiento que el Concello pretende impulsar este año. Sin embargo, al final la plaza se estrenó sin referencia alguna a la música. Como una más.

Una idea aún por madurar

Pero ahora hay un plan para darle un aire musical. La idea es decorar con grafitis tanto el muro posterior de hormigón que cierra la plaza como la fachada de la Casa da Música que se abre hacia este espacio. Al menos en parte. El gobierno ya ha recibido alguna propuesta, pero todavía quiera darle una vuelta a la idea. Lo que tiene claro es que es la Praza da Música y la propuesta final hará alusión al mundo musical.