A Estrada creará una red municipal de voluntariado «con incentivos»

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

miguel souto

El Concello potenciará la adhesión y la fidelidad al grupo local de colaboradores sociales altruistas ofreciendo descuentos en actividades y otros beneficios

12 feb 2018 . Actualizado a las 22:41 h.

Cuando un vecino pide audiencia en el Concello estradense, lo más probable es que acuda a reclamar un punto de luz, el arreglo de una pista o un contenedor en su aldea. Por pedir hay hasta quien acude a pedir un empleo. Para ofrecer, en cambio, no suele haber visitas al consistorio. Pero alguna hay de vez en cuando. Según cuenta el alcalde estradense, José López, más de una persona jubilada ha contactado con el gobierno para ofrecer su colaboración en tareas de voluntariado.

Para no dejar escapar tan valiosos ofrecimientos y para canalizar ese apoyo, sobre todo, hacia la gente mayor que vive sola, el Concello de A Estrada tiene previsto aprovechar las ayudas europeas a su Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) para crear una red municipal de voluntariado estable y organizada.

En A Estrada hubo un precedente de voluntariado social impulsado desde el Concello que en el año 2010 llegó a reunir a una veintena de personas que cubrían más de seiscientas horas anuales de colaboración altruista. Sin embargo, el empuje inicial se fue difuminando con el tiempo y la red acabó por desmoronarse.

López pretende ahora emplear recursos e iniciativas para «motivar y movilizar a la gente que realiza acciones para ayudar a colectivos desfavorecidos». Lo que está previsto es definir «ciertos incentivos» para que los voluntarios mantengan su motivación y colaboración. El alcalde cita, como ejemplo, la aplicación de descuentos en actividades municipales para los integrantes de la red de voluntariado.

Aunque el voluntariado podría tener distintos ámbitos de acción, el que más le interesa al Concello es el apoyo y acompañamiento a las personas mayores, especialmente a las que viven solas en la zona rural. «En una sociedad tan tecnológica como la del siglo XXI, un voluntario puede ser un gran apoyo para acompañar a una persona mayor al banco, interpretar el contenido de una carta de una empresa suministradora de servicios o simplemente como compañía», asegura López.

El Concello busca crear un grupo de gente activa y dispuesta a dedicar a los demás parte de su tiempo, aunque todavía están por determinar el modelo y los ámbitos de colaboración, que en cualquier caso se ajustarán al reglamento municipal en la materia.

Oferta de voluntariado

La pretensión del Concello es iniciar acciones propias en el campo del voluntariado pero también apoyar las que ya están funcionando. En este sentido, la edil de Servicios Sociales, Amalia Goldar, ha mantenido un primer encuentro con las responsables locales de Cruz Roja y Cáritas, las dos organizaciones sin ánimo de lucro que cuentan con programas de voluntariado consolidados en el municipio. La meta es buscar fórmulas de colaboración y difundir la oferta de voluntario disponible en el municipio.

Cruz Roja y Cáritas suman sesenta voluntarios activos en el municipio

Aunque el grupo de voluntariado social del Concello ha ido decayendo en los últimos años, la práctica del altruismo se mantiene viva en el municipio estradense a través de otros canales. Cruz Roja y Cáritas son los dos focos de voluntariado más activos.

Cruz Roja inició su programa en A Estrada en el año 2003. Desde entonces por él han pasado en torno a 300 voluntarios. Los apoyos vienen y van. Según explica la coordinadora local, Manuela Gestoso, en este momento la oenegé cuenta con 35 voluntarios activos. Algunos son esporádicos y echan una mano en Navidades o en el verano, cuando disponen de más tiempo libre. Pero 15 son voluntarios fijos con implicación semanal. Gracias a ellos es posible mantener los programas de atención a mayores, niños, inmigrantes, desempleados o familias en situación de crisis. El trabajo con los mayores es especialmente importante. Los voluntarios hacen tareas de acompañamiento a domicilio. Lo mismo se sientan a jugar a las cartas que dan un paseo con los ancianos. Hacen también llamadas de proximidad para comprobar si los usuarios del programa de teleasistencia se encuentran bien y para charlar un rato con ellos.

En Cáritas hay 25 voluntarios en activo que imparten clases de español a extranjeros, costura, actividades de refuerzo escolar, dirigen terapias para personas con problemas de alcoholismo o se encargan del ropero.

A mayores, Agadea cuenta con apoyos puntuales de voluntarios, la asociación juvenil Big Bang asume campañas esporádicas de voluntariado y el colectivo Implicadas no Desenvolvemento también activó en el 2014 un grupo local de este tipo.