El tejido socioeconómico estradense y Villares buscan el antídoto contra la pérdida de categoría del Concello

La Voz

A ESTRADA

r. g.

13 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En el año 2017 A Estrada ha perdido 200 habitantes y se ha acercado un poco más al peligroso precipicio de los 20.000 habitantes. Bajar de esta cifra supondría dejar de ser Concello de primera categoría y traería consigo una caída en picado de los ingresos municipales. Con esta preocupación de fondo Móvete (Movemento Veciñal Estradense) y el portavoz del grupo parlamentario de En Marea, Luís Villares, convocaron ayer a los representantes del tejido socioeconómico local para analizar la situación y forjar propuestas que logren revertir la situación.

A la convocatoria respondieron en torno a una veintena de portavoces de los principales sectores estradenses, incluyendo empresarios, comerciantes, mueblistas, sidreros, ganaderos, representantes del sector forestal o ecologistas. La reunión ?celebrada en el restaurante Regatos? sirvió para repasar los principales puntos débiles de la realidad local y también para recoger múltiples propuestas de mejora.

La portavoz de Móvete, Mar Blanco, destacó el valor del encuentro para «coñecer de primeira man» los problemas que están provocando el declive poblacional. Destacó la carencia de servicios para los mayores, las trabas del sector primario y la debilidad del tejido empresarial.

Por su parte, Luís Villares aseguró que «Galicia é un país rico que vive empobrecido por estar mal xestionado». Indicó que para revertir la situación es preciso mantener los servicios esenciales «para que o rural e as vilas medias non se baleiren» y «reforzar os sectores produtivos punteiros en cada comarca». En el caso estradense, el líder de En Marea habló de potenciar el sector primario con un aprovechamiento multifuncional y agroganadero del monte que, frente al monocultivo del eucalipto, permita producir la madera de calidad que demanda el sector del mueble. Villares avanzó que llevará al Parlamento propuestas para la puesta en valor de la cadena forestal y la dotación de servicios para frenar el éxodo.