Interrogan a testigos y peinan la zona en busca de imágenes de la Manada gallega

o. p. A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

Olimpio Arca / Pablo Carballo

El delegado del Gobierno pide la colaboración de quien sepa algo de los hechos de A Estrada

19 dic 2017 . Actualizado a las 08:04 h.

La Guardia Civil interroga a posibles testigos tras los abusos denunciados por una joven por parte de diez jóvenes de 20 a 25 años en el exterior de una discoteca de A Estrada. El gerente de la sala prestó declaración ayer en el cuartel de la Guardia Civil de Lalín ante la Policía Judicial, que se encarga de las investigaciones del caso, denunciado en el cuartel de Cambados la pasada semana. El gerente había indicado ya en días pasados que no tuvo conocimiento de los hechos denunciados hasta una semana después. Lo mismo sucede con el personal de la discoteca, que no oyó nada del incidente hasta que trascendió públicamente. El gerente informó a la Policía Judicial de que los seis vigilantes de servicio en la madrugada del pasado día 9, cuando se produjeron los hechos según la denuncia, pertenecen a la empresa Menkeeper Norte. Dos de ellos trabajaron en el control de acceso esa noche, y otros cuatro en el interior, realizando además vigilancia periódica por el amplio aparcamiento del establecimiento, y podrían ser citados para aportar su testimonio.

Porque la investigación está en marcha, pero la Guardia Civil necesita información para avanzar. El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, pidió ayer en Vigo la colaboración de quienes hayan podido ser testigos de los hechos y que puedan aportar algún dato que pueda ayudar a esclarecer el caso. «En un caso como este se interroga a todo el mundo -explicó el delegado- dentro del entorno de la propia víctima, pero, sobre todo, buscando a alguien que pudiese identificar a los presuntos autores y a personas que pasasen por la zona en ese momento», esto es, hacia las cuatro de la madrugada del pasado día 9. El alcalde de A Estrada, José López (PP), fue un paso más allá al apuntar que «non se debía descartar que, se supostamente foron dez os que participaron nos feitos, a conciencia de algún lle faga reflexionar sobre a gravidade do asunto e que poida achegar información».

El alcalde subraya que lo sucedido es un hecho aislado en un municipio sin casos previos de esta índole. Y añade que un sector de la sociedad «vive unha parte importante da súa vida a través das redes sociais, e estamos perdendo ao mellor a perspectiva do que está ben e do que está mal, do que é ético e do que non, e do que é delito e do que non». En relación con este caso, el regidor considera: «É un feito gravísimo, e a problemática que vexo é que parece que é un tema non sei se por imitación ou analoxía con outros feitos que aconteceron nos últimos meses». Se refería al caso de la Manada de los sanfermines.

De ahí que destaque la importancia de la concienciación de la sociedad para que comportamientos así no encuentren espacio: «Non cabe mirar para outro lado, a sociedade ten que actuar», bien con una intervención directa ante hechos como los denunciados o avisando de inmediato a las fuerzas de seguridad para que intervengan. Esa implicación fue clave, según la denuncia, para que los abusos no fuesen a más, al intervenir una pareja que pasaba por la zona y oyó los gritos de socorro de la joven de 19 años, a la que ya le habían desabrochado un botón del pantalón.

Cámaras de seguridad

La Guardia Civil trabaja además en la localización de cámaras que pueda haber en la zona, manifestó el delegado del Gobierno: «Es un tema muy sensible y la Guardia Civil está trabajando con el interrogatorio y con la visualización de posibles imágenes grabadas por cámaras que pudiese haber en la zona», para extraer nuevos datos que permitan llevar al esclarecimiento del caso.

No será tarea fácil, porque la discoteca no tiene cámaras ni en el exterior ni en los accesos. Y la sala se ubica a las afueras de A Estrada, en la salida hacia Lalín por la carretera N-640 y a 600 metros de los primeros edificios de la localidad.

En sus laterales, en los extremos del amplio aparcamiento, se sitúan una vivienda familiar y al otro lado una nave sin actividad que hasta hace unos años albergó un concesionario de vehículos, cuyos bajos emplea una empresa de autobuses como garaje. En la margen contraria de la carretera se localiza un supermercado, con un amplio aparcamiento delante aprovechado para estacionar en días de gran afluencia a la discoteca. Lo que sí hay son imágenes grabadas en sus móviles por los asistentes a la fiesta.

Como parte de la investigación de los hechos, los especialistas de la Guardia Civil están buscando testigos de los hechos e intentando localizar a alguien que pudiera haber visto u oído algo. El alcalde de A Estrada reconoció que la investigación es compleja porque los agentes «non teñen moita información».

El alcalde descarta que se vaya a convocar a la junta local de seguridad por este asunto, al tiempo que pidió sensatez porque «non hai que precipitarse nin aventurarse máis do conveniente». Eso sí, el regidor anunció que la Policía Local aumentará su presencia en el exterior de la discoteca los fines de semana en los que se organicen fiestas: «Xa se fixo sempre, pero imos reforzar a patrulla», señaló, para realizar más rondas por el entorno de la sala, en coordinación siempre con la Guardia Civil.

Condena de los hechos

El alcalde reiteró «a máis absoluta condena, como institución e como membro da sociedade», de los hechos denunciados. También expresó ayer su condena Tania García (PSOE), concejala de Igualdade y portavoz del gobierno local de Vilagarcía, de donde es natural la denunciante: «Esperemos que as forzas de seguridade identifiquen canto antes aos autores», expresó la concejala. El Concello arousano no tiene constancia de que la joven haya requerido los servicios municipales de atención a las mujeres.