«El concierto para banda y gaita que estreno en A Coruña tiene aires galaicos»

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

x.a.s

La obra del autor estradense se escuchará en el Palacio de la Ópera el día 5 de marzo

24 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Simón Couceiro cumple este año tres décadas en el mundo de la música. Fue en A Estrada, de la mano de Pelayo Redondo, donde comenzó a estudiar solfeo en un conservatorio que era filial del centro de Santiago de la Sociedad Económica Amigos del País. La falta de clases de clarinete en el centro estradense le llevarían a estudiar este instrumento primero en Compostela, y más tarde en el Conservatorio de A Coruña, donde cumplió el servicio militar, al tiempo que se incorporaba a la Banda Militar de la ciudad herculina. En 1993 se incorporó a la Banda Municipal de Santiago, en la que sigue tocando profesionalmente.

En su tiempo libre, Couceiro tiene otra afición que no se escapa del pentagrama: la composición. A su ritmo: «Yo soy muy lento para componer, porque lo hago como un hobby. No soy compositor, hago lo que puedo; luego, que guste o no, ya depende del público». Una labor que le puede dejar trabajando en muchas ocasiones hasta las dos de la madrugada.

El currículo de Couceiro Riveira como compositor desvela que el estradense habla de su trabajo lejos de la presunción. Porque la Banda Municipal de A Coruña ?dirigida en esa ocasión por el agolense Juan Lois Diéguez? interpretará el próximo día 5 de marzo, domingo, en el Palacio de la Ópera, un concierto monográfico con sus obras. Sonarán Tequexetéldere, Deza, Fantasía sobre tres temas gallegos, Rapa das Bestas y su Concerto para banda e gaita.

Esta última obra se estrenará en ese concierto dominical de la banda coruñesa: «Está dedicado a su actual director, José Luis Represas, y también al que será solista, José Manuel López Josele. Fue este último quien me pidió hace unos años un concierto para gaita, y el año pasado empecé a trabajarlo en serio». Una labor compleja, porque a la composición le sigue un meticuloso trabajo de edición hasta concluir las partituras para el director y las partichelas para los músicos.

Simón Couceiro señala que su nueva obra para banda y gaita «tiene aires galaicos. Es un concierto clásico, en tres movimientos: allegro-lento-allegro, y con los típicos aires de alboradas, alalás y polkas. Además de para gaita, hay partes para ocarina y flauta, sobre todo en el movimiento central». La duración del concierto se sitúa en torno a los 15 minutos, y será José Manuel López el solista al frente de todos estos instrumentos.

Junto al concierto a estrenar, figuran la suite con temas del grupo estradense Tequexetéldere, y sus composiciones sobre la Rapa de Sabucedo y la dedicada a Deza.

Aunque si hay en el repertorio firmado por Couceiro Riveira una pieza que sobresale en cuanto a difusión es Estrasantico: fue obra obligada en el certamen de bandas de Galicia, un hecho que multiplicó el conocimiento de una composición que fue creciendo de forma paulatina: «La obra nació como un cuarteto de clarinetes. Luego los compañeros me animaron a instrumentarla para banda, y más tarde a hacerlo para orquesta». El boca a boca entre los músicos de banda se encargó de popularizarla.

Con esas credenciales, no es de extrañar que hasta el músico de A Estrada lleguen solicitudes de piezas de otros puntos de España, pero también de Italia y de Austria. Aunque él lo tiene muy claro: «Acabo de rechazar un encargo que me hacían para abril, porque hay gente que puede hacerlo en quince días o en un mes. Pero yo necesito tiempo para todas estas cosas». La misma calma con la que comenta, sin atisbo de arrogancia, que la Banda de A Coruña le dedicará en una semana un concierto monográfico.

Una familia a cargo de las chirimías de la catedral de Santiago

A Simón Couceiro la música le viene de familia. Su padre, el desaparecido Jesús Couceiro Barros, fue uno de los impulsores de la Banda de Música Nova Ribeira, germen de la actual Banda Cultural de A Estrada: «La banda en la que me crié, donde empecé, bajo la batuta de Ricardo Oliver». La formación donde compartió partituras tanto con su padre como con su hermano Severino y su sobrino Iago. Aunque Couceiro Riveira también ha realizado múltiples colaboraciones con la Banda Municipal de A Estrada, y con numerosas formaciones bandísticas de toda la zona.

La familia Couceiro tiene además un cometido muy especial: en las chirimías que se guardan en la catedral de Santiago de Compostela para ceremonias solemnes, desde hace años siempre está como intérprete alguno de los Couceiro: «El grupo de chirimías está integrado por seis músicos: dos fagots, dos trompas y dos chirimías. Es un instrumento antiguo, muy difícil de tocar, con una caña similar al oboe. Son una particularidad de la catedral de Santiago, son únicas, originales. Hay réplicas en la catedral de Salamanca». Un grupo que tradicionalmente está conformado por músicos vinculados a la Banda Municipal de Santiago.

Tocar la historia

Couceiro Riveira admite que tocar la chirimía es un poco sentir un trozo de historia: «Siempre se interpreta la misma pieza, una marcha del medievo. No puedo datar la antigüedad de estos instrumentos», pero son siglos los que pasaron por sus manos en las tres o cuatro ocasiones en que Simón Couceiro tuvo este destacado papel en la catedral. Ahora son su hermano y su sobrino los intérpretes en las contadas oportunidades en que suenan las históricas chirimías en el templo compostelano.