La perdición de los adictos al motor

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

La feria de coches antiguos, recambios y antigüedades de A Estrada desvela curiosidades y regala fotos a cada paso

04 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cualquier persona no iniciada en el mundo del motor puede visitar la feria Motor Classic de A Estrada sin miedo a aburrirse. La extraordinaria colección de joyas sobre ruedas despierta el interés hasta del menos experto y anima a tirar de cámara para inmortalizar coches de los que no suelen verse por las carreteras.

Como los del estradense José Miranda, que colecciona vehículos históricos casi como si fueran sellos. En la feria solo muestra cuatro. Es un perfeccionista en toda regla y sostiene que para enseñarlos los coches deben estar impecables. Así está su Rolls Royce del año 50, un ejemplar donado por la reina de Inglaterra a la aristocracia americana, similar a uno que luce la Casa Real española. Tiene una mampara separadora y un salón en miniatura -con mueble bar, mesas y sofá bien cómodo- en el habitáculo posterior.

Los coches de Miranda son antiguos, pero parecen recién salidos de fábrica. Como su Mercedes 170, con tapicería impecable y acabados perfectos que le han valido un premio al esmero.

No es casual. Miranda -que de profesión es electrónico industrial- restaura él mismo los coches y los desmonta por completo. Desde el motor hasta las agujas del reloj. «Solo así se consiguen estes acabados», asegura.

Ignazio Sanzeri Nogueira es otro estradense enganchado a la restauración de coches. Hace cuatro años se compró una Autocarretta o Carroceta, como se la conoce en español. Las Carrocetas son vehículos militares italianos empleados en la Guerra Civil española. En los años 50 fueron subastadas y la mayor parte terminaron en manos de empresas madereras del norte. «Teñen dirección e tracción ás catro rodas», explica Sanzeri.

Dos Carrocetas en Berres

Su abuelo tuvo dos en el aserradero de Berres. «Coas Carrocetas pasouse do transporte de madeira con carros de bois ós vehículos de motor. O meu avó tivo as dúas primeiras que viñeron para A Estrada, no 55», comenta. Por eso él decidió comprar y restaurar una igual, adquirida en Portugal. La caja posterior es original. Fue encontrada en desuso en un aserradero de Castrovite.

La feria alberga muchas otras reliquias. Tanto en coches como en motos o autobuses. En el exterior del recinto, tres autocares de la empresa Cuíña de 1953, 1954 y 1955 y otros dos de Autocares Lázara y Mosquera (1963) están en el punto de mira de casi todos los visitantes.

La feria -que podrá visitarse también hoy de 10.00 a 20.00 horas- incluye un mercado de piezas de recambio para modelos antiguos y un salón de antigüedades y de artesanía.

Restauración con mimo. En el salón hay unos cuantos ejemplares de cine. Son modelos antiguos restaurados con mimo y cuidando el más mínimo detalle. Alguno se usa en bodas. fotos rober amado

Una treintena de motos. El Salón exhibe una treintena de motos antiguas, de distintas épocas y modelos. Destacan por su antigüedad una Lube de 1950, una Peugeot del 54 y una Guzzy del 58.

Una Carroceta usada por los madereros. El estradense Ignacio Sanzeri ha restaurado esta Carroceta de 1932 regalada por Mussolini a Franco y que acabó usándose en el sector maderero.

Renault Torpedo. Este espectacular Renault Torpedo de 1928 es de un estradense llamado Félix. Hace apenas un mes estaba expuesto en un museo de Salamanca. Ahora luce flamante en la feria.

Antigüedades por Navidad. Quien no sepa qué regalar en las próximas fiestas, en la feria de antigüedades y artesanía tiene una galería completa de obsequios originales e irrepetibles.

Segunda vida para los barriles. Además de vehículos, en la feria hay artesanía y curiosidades. La Carpintería Rivas muestra cómo convierte antiguas pipas de vino en lucidos muebles de bodega.