El Reimóndez Portela, de museo a almacén

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca A ESTRADA / LA VOZ

A ESTRADA

Un equipo de televisión filmó el jueves en el exterior de la instalación ante el desorden de las piezas amontonadas

13 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado jueves, un equipo de televisión acudía hasta A Estrada para grabar testimonios sobre Ramón Verea, nacido en Curantes en 1833 y que diseñó una máquina que se considera la base de las calculadoras modernas. Será uno de los protagonistas dentro de un espacio dedicado a inventores gallegos, que emitirá Televisión de Galicia. Las cámaras acudieron hasta el Museo do Pobo Estradense Manuel Reimóndez Portela, donde se conserva un busto en madera del insigne vecino. Para ellas se abrió una instalación cerrada al público desde el año 2009.

Pero los objetivos constataron que el museo solo resiste en la actualidad el plano corto. Fue así, cerrando plano, como se grabó una intervención del director de la entidad, Juan Andrés Fernández Castro, al lado del busto de Verea. Para tomar otras declaraciones, optaron por hacerlo en el exterior. Porque dentro, la instalación que lleva el nombre del recordado humanista que tanto contribuyó a la cultura de A Estrada y de Galicia, parece que ha dejado de ser un museo para convertirse en un almacén. Un espacio donde se amontonan piezas sin orden aparente, que se intentan proteger del deterioro tapadas con plásticos, entre elementos curiosos como una vieja moto de la Policía Local. Una aportación del patrimonio municipal, entre otros muchos objetos cedidos en su día por vecinos de la localidad para que los estradenses más jóvenes pudiesen conocer su pasado.

Resulta curioso a la vista del estado que presenta la instalación que el Concello estradense hablase el pasado año de la posibilidad de realizar a lo largo del 2016 visitas concertadas al museo. Porque se asemeja más a los trasteros que se subastan en Estados Unidos, a los que nos han aproximado los canales prescindibles de la TDT, que a la instalación que fue desde que abrió sus puertas en 1996 hasta que las cerró en el 2009, para acometer una reforma interior del edificio. Son siete años los que han pasado, y a diferencia de otras instalaciones municipales que también permanecen cerradas, como el kiosco de la alameda o el matadero comarcal, en este caso no hay procesos concursales a los que culpar para no intervenir.

Ahora que se pone en marcha la estrategia AESS 2020, que incluye un museo de la madera al aire libre, sería momento para reflexionar sobre la puesta en valor de lo que se tiene. El Mome desapareció, pero al menos su espacio se utiliza para actividades culturales. Con el Museo do Pobo Estradense, Concello y Fundación Cultural deberían actuar ya, y de forma decidida. Porque de continuar en su estado, ni puede llamarse museo ni merece llevar el insigne nombre de Reimóndez Portela. Sería más adecuado recuperar su antigua nomenclatura: matadero. Después de todo, pocos concellos pueden presumir de tener cerrados dos a un tiempo.