En Galicia es obligatorio también registrar a los perros de las razas bullmastiff, dogo de Burdeos, dogo del Tíbet, fila brasileiro, presa mallorquín y tosa inu. No obstante, en el listado municipal no figura ningún animal de estas razas. Curiosamente, las razas consideradas potencialmente peligrosas varían en función de la legislación propia de cada comunidad. Galicia es la comunidad más proteccionista en este sentido. Considera potencialmente peligrosas un total de 14 razas y sus cruces. Mientras, en Madrid, por ejemplo, solo se consideran potencialmente peligrosas siete razas y sus cruces.
Los propietarios deben pasar un psicotécnico y no tener antecedentes
Los propietarios de perros considerados potencialmente peligrosos están obligados a inscribirlos en el registro municipal y a solicitar licencia. La solicitud ha de acompañarse de un volante de empadronamiento, fotocopia del DNI y foto tamaño carné del propietario, la documentación del perro -cartilla de vacunación y papeleo del microchip-, la póliza de seguro con el comprobante del pago en el banco -mínimo de responsabilidad civil de 125.000 euros-, la autorización firmada para pedir certificado de penales -las personas con ciertos antecedentes no pueden tener perros de este tipo- y la autorización firmada para pedir certificación de sanción negativa -quienes hayan incurrido en maltrato animal tampoco pueden obtener la licencia-. Además, el dueño tiene que superar un examen psicotécnico y pagar las correspondientes tasas (2,35 euros por la licencia y 6,72 por la inscripción en el registro municipal de perros potencialmente peligrosos).