Restauran la rectoral de Olives tras el acuerdo de la Iglesia con un particular
A ESTRADA
La rehabilitación la costeará una familia estradense que la usará como vivienda
08 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La casa rectoral de Olives (A Estrada) volverá a albergar vida gracias al acuerdo alcanzado entre la Iglesia y una familia estradense dispuesta a restaurar el edificio para utilizarlo como vivienda particular. El Arzobispado mantiene la propiedad de la casa rectoral, pero la ha cedido en alquiler a Alejandro Valladares Durán, que asumirá la rehabilitación de la construcción.
Se trata de un edificio noble y de carácter singular, pero desde hace unos años acusa un deterioro importante. Su último morador fue el párroco Antonio Fraiz, ya fallecido. Sin embargo, en la actualidad, dado el estado del inmueble, su uso por parte de otro párroco con destino en la zona resulta inviable sin una costosa reforma previa. En esta tesitura, la Iglesia ha decidido ceder su uso para hacer posible una rehabilitación a la que el Arzobispado difícilmente podría hacer frente.
Ninguna de las partes quiso ayer que trascendiese la duración de este particular arrendamiento ni los detalles del mismo. No obstante, el arcipreste estradense, José Antonio Ortigueira, confirmó lo que parece lógico: «el arrendatario paga un alquiler simbólico por el uso de la vivienda y el contrato se prolonga el tiempo suficiente para que el dinero que el arrendatario invierte en la rehabilitación sea equivalente a lo que le costaría alquilar una vivienda de esas características si estuviese en perfecto estado de habitabilidad, que no sería menos de 800 o 900 euros».
El arrendatario ya ha solicitado en el Concello la licencia para la rehabilitación. La administración local está dando trámite al expediente, que necesita informes de varios organismos. En la junta de gobierno local celebrada ayer se acordó solicitar autorización a la Secretaría Xeral de Urbanismo para llevar a cabo la actuación en el inmueble.
Según explica José Antonio Ortigueira, en los últimos tiempos, la Iglesia está favoreciendo este tipo de acuerdos para garantizar el mantenimiento de su vasto patrimonio.
La Iglesia no se desprende de las casas rectorales con cierto valor histórico-artístico -como la de Olives- ni de las que están situadas junto a la iglesia parroquial, por el conflicto pastoral que podría llegar a originarse con los dueños si estos no fuesen respetuosos con la actividad religiosa. No obstante, sin pasar por la venta, sí se promueven acuerdos de conservación como el que acaba de fraguarse en Olives.
En el caso de casas rectorales sin valor histórico-artístico ni proximidad al templo, el Arzobispado está incluso dispuesto a vender los inmuebles que no utiliza, ya que el descenso del número de párrocos hace necesarias menos viviendas y, además, algunas requerirían reformas para resultar habitables.
Una veintena de rectorales
Según los cálculos de Ortigueira, en A Estrada existen una veintena de rectorales de las cuales solo «siete u ocho» mantienen su función original, es decir, están siendo usadas como vivienda por algún párroco.
Del resto, alguna se utiliza con fines pastorales -como la de Santeles, por ejemplo, usada como almacén de Cáritas- y alguna se destina a alquiler social para familias con escasos recursos. Otras están libres sin más y alguna se encuentra en estado de abandono, como la de Tabeirós, «en situación crítica».
La de Cora se vendió y la de Sabucedo la solicita la Rapa
En A Estrada ya se han dado casos previos de cesiones e incluso ventas de casas rectorales, aunque las ventas solo se cierran en casos en los que el inmueble carece de especial interés histórico-artístico. Sucedió en Cora. La vivienda era prescindible y se necesitaban fondos de forma urgente para arreglar la iglesia parroquial de San Miguel, por lo que se autorizó la venta a un particular. En el caso de la rectoral de Sabucedo se está negociando una cesión con la asociación Rapa das Bestas, que pretende habilitar en ella un Museo da Rapa para desestacionalizar la fiesta. La falta de fondos para rehabilitar el inmueble dilata la operación.