Sin dejar la actualidad municipal de Silleda, el BNG cuestionó ayer la demora en la revisión del precio por el alumbrado público exterior. Recuerdan que en el 2023 se adjudicó el suministro y mantenimiento integral de ese servicio a Ferrovial, comenzando el agosto a prestarlo. El contrato fijaba la renovación de las instalaciones para tener el 100 % del alumbrado con tecnología LED y reducir así el gasto energético. El plazo para ese cambio era de ocho meses, incluso ofreció la empresa reducirlo a seis. Desde la formación nacionalista afirman que se incumplió «amplamente pois non consta no expediente ningunha acta que confirme a finalización dos traballos de renovación».
Ese retraso en el cambio de luminarias exteriores lo tildan de significativo al poder tener impacto económico para las arcas municipales. «O propio contrato establecía que a parte do prezo que se paga en concepto de prezo da electricidade debe revisarse anualmente, fixándose a primeira revisión no prazo dun ano desde que finalicen as obras de renovación», remarcan. Al no haberse concluido no empieza contarse ese plazo de un año que habilita para revisar el precio, «o que podería estar derivando nunha fraude», como advertía la portavoz nacionalista, Erea Rey. Recordó que sucedió algo similar con el contrato de la basura, con retraso en la compra de camiones por la empresa concesionaria y «se lle perdoaran preto de 90.000 euros en penalizacións».
Creen que el retraso en la revisión de precio de la energía causa perjuicio económico al Concello, ya que en el 2023 estaba en máximos históricos. Reclama el BNG que se aclare si ya acabó la renovación de luminarias y cuadros de mando, y que la Ocsi valore el resultado si se hubieran revisado precios en febrero.