En San Tomé de Ancorados decidieron este año confeccionar una decoración tétrica para su fiesta de Samaín. Un túnel del terror en el que los vecinos de la parroquia estradense trabajaron durante meses y que se convirtió en todo en éxito. Una creación en su mayor parte con factura artesanal. Más de un susto se llevó alguno que decidió recorrerlo un poco desprevenido.
La tercera edición de la Festa do Samaín contó con una nutrida afluencia de vecinos y público en general en la noche del viernes. El campo da festa acogió desde las 21.30 horas una degustación de castañas asadas así como de cerdo a la brasa. La música la puso el grupo Son das Tabernas y el DJ Carramón hasta la madrugada.
Pero sin duda lo más atractivo estuvo en la decoración terrorífica elaborada para la ocasión, instalada en el interior de la antigua escuela parroquial. Un recorrido entre dos puertas donde no faltaron los sustos en una recreación de un cementerio con lápidas, además de colocarse desde una guillotina a un garrote o una silla eléctrica. Una fila de velas delimitaba el paseo, sin que faltasen meigas e incluso una humeante pócima.
En la medianoche no faltó la procesión de la Santa Compaña entre velas y candiles. Entre el público asistente hubo mayoría que acudió disfrazado, con algunos premios para las mejores caracterizaciones y alguna sorpresa para los más pequeños. Las temperaturas agradables en esta época del año también ayudaron a festejar con más ganas el Samaín en San Tomé de Ancorados.