Estudian recoger antes de tiempo el maíz para evitar los daños de jabalí

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Cedida

Denuncian el aumento de los ataques a los cultivos en muchas parroquias de la zona

13 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ataques de los jabalíes a los campos de maíz continúan trayendo de cabeza a los ganaderos de la zona que lo necesitan como alimento para sus animales. Si a finales de agosto ya existía una notable preocupación en la zona por los constantes ataques de los jabalíes en sus cultivos, ahora la situación se recrudeció cuando queda poco para que el maíz cuente con el grado de madurez óptimo para la recogida. El sindicato Unións Agrarias insta a la Xunta y a los cazadores a involucrarse y a actual para poner coto a los cuantiosos daños. Estos se extienden por la zona, especialmente en los municipios de Lalín, Agolada y Vila de Cruces.

El sindicato cifra entre quince días y un mes el tiempo que queda para que la recogida de maíz alcance su grado óptimo. Ante las reiteradas incursiones en los campos, dicen, los productos de Deza se enfrentan al dilema de esperar a que madure y alcance su punto óptimo de almidón, proteína y fibra para recogerlo o, como estudian algunos, recogerlo de forma anticipada las cosechas más expuestas a los ataques. Una medida que, apuntan, sería una solución in extremis que permitiría salvar la parte de la cosecha que aún resiste a los ataques pero que supondría una caída en el rendimiento del cereal.

Productores y sindicato se quejan de la expansión del jabalí y el aumento de los daños en las fincas. Desde Unións Agrarias apuntan que «basta dar unha volta polas fincas de practicamente calquera parroquia da comarca para observar os estragos das manadas con crías nas parcelas, con importantes extensións de plantas derribadas e carreiros polo medio das parcelas de millo». Unos factores que, dicen, «disminuirán o rendemento do colleitado da maquinaria e prexudicarán a calidade do proceso de ensilado». Unións hace un llamamiento a los tecor y las sociedades de caza de la comarca dezana, así como al Servicio Provincial de Conservación de la Naturaleza «para que encaren o problema e tomen medidas inmediatas para disuadir a presenza destes animais nas parcelas de cultivo e limitar o alcance dos estragos». Recuerda a los afectados que pueden exigir el coste de los años a los tecores y sociedades de caza en el caso de actitudes negligentes o falta de interés a la hora de tomar medidas.

«A colleita en Deza non vai a ser boa, xa naceu mal e estase a retrasar bastante»

La familia de la ganadera cruceña María Manteiga cuenta con 40 hectáreas dedicadas al cultivo del maíz en la parroquia de Oirós y, al igual que sus vecinos, sus cultivos sufrieron daños por una intrusión de los jabalíes. Explica que «é unha comida coa que contas e que precisas para os animais». Perderla, o perder parte, además de los costes económicos supone «ter que buscar millo noutro lado e mercalo». Eso sin contar la pérdida de mucho tiempo de trabajo para sacar adelante los cultivos.

Este, dice, no esta siendo un buen año. «O millo xa naceu mal porque os xabaríns xa entraban e comían as sementes». Una situación a la que se sumó un tiempo que no fue el adecuado para favorecer el crecimiento de las plantas y «o problema dos bichos». Todo eso hizo que se plantara tarde, creciera mal en muchas zonas y tardase en desarrollar más de la cuenta. En sus fincas calcula que el maíz no alcanzará un punto óptimo de recogida hasta el mes de octubre.

En cambio, apunta, «outras zonas de Galicia como en Santa Comba, na Coruña van ter unha gran produción de millo». Y es probable que esta zona acabe surtiendo a los ganaderos dezanos del maíz que les falte.

Manteiga, al igual que otros ganaderos de la zona, se sienten indefensos ante los ataques de jabalí. Comenta que «non podes facer nada, porque non podo pechar 40 hectáreas de terreo e aínda que puideramos, as veces é peor porque acaban entrando igual e quedan atrapados sen poder saír e acaban con todo».

Tampoco es plan, indica, cerrar una finca y que estos animales salvajes acaben destrozando las fincas de los vecinos. Aunque este año, los cazadores observaban una reducción de las manadas que veían por el monte a finales de agosto, Unións ya cifraba en unos 375.000 euros las pérdidas que podían sufrir los productores de la zona.

Ahora, en cambio, los ganaderos constatan el aumento de la población de jabalíes. Ya en los meses de verano tanto productores como los cazadores de los municipios de la zona constaban la presencia en el monte de numerosas madres con crías. Unións cifra en 15.000 las hectáreas de cultivo de maíz existentes en Deza y hace un llamamiento a los afectados por los daños que los comuniquen al 012.

Los cazadores recuperaron este mes las batidas en la zona tras un descanso en agosto

Este mes, varias de las asociaciones de caza de la zona como la de Lalín o la de Vila de Cruces recuperaban las batidas de jabalí que sustituyeron a las esperas llevadas a cabo, en algunos municipios de la zona con anterioridad. En agosto, algunas sociedades llevaron a cabo un pequeño descanso obligados por las altas temperaturas que les impedían salir al monte con los perros. En Lalín, por ejemplo, ya están operativas y actuando las seis cuadrillas de jabalí de la agrupación. Unións recuerda a los productores que existe una línea de ayudas de la Xunta que cubre los primeros 2.750 euros de daños, siempre y cuando se dé parte para que los agentes realicen una inspección.