Las motosierras amenazan el Areal de Berres

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

Miguel Souto

Convocan para este martes una concentración para evitar la tala de árboles en el área fluvial, donde el lunes ya fueron talados dos ejemplares de falsa acacia

19 ago 2024 . Actualizado a las 21:33 h.

El impulsor y artífice del área fluvial de O Areal, situada al borde del río Ulla a su paso por la parroquia estradense de Berres, ha lanzado un SOS. A José Manuel Fernández Gañete no le gusta nada salir en los periódicos, pero la situación lo requiere. La zona recreativa que lleva cuidando con mimo más de dos décadas está en peligro.

Tal como Gañete lleva tiempo temiéndose, las motosierras entraron este lunes en el espacio fluvial para acabar con las falsas acacias, conocidas popularmente en la zona como algarrobos o robiñas. La actuación se enmarca dentro de un plan de la Xunta para liberar las riberas del Ulla de especies invasoras. La intención no es mala, pero Gañete advierte que el resultado será un despropósito. Y aporta pruebas.

El estradense reconoce que en el entorno existe una población importante de falsas acacias. No son una especie autóctona, pero Gañete defiende que en O Areal hay ejemplares con casi cien años de antigüedad que ya forman parte del paisaje y están perfectamente integrados en el ecosistema. Para el estradense, talarlos supondría muchos más inconvenientes que dejarlos estar. Y aquí Gañete pide un ejercicio de memoria. En el año 2015 la Xunta llevó a cabo una campaña similar al borde del río en el tramo que va de Berres a Ponte Ulla. Según Gañete, las consecuencias fueron nefastas porque los nuevos brotes que surgieron tras las talas convirtieron la zona «nun auténtico bosque de robiñas». Entonces, el estradense se puso al frente de una cuadrilla de voluntarios que invirtieron enormes esfuerzos en arrancar las nuevas plantas.

Gañete no entiende cómo después de estas evidencias la Xunta sigue apostando por la tala de falsas acacias con contratas de dos años que dejan luego las riberas llenas de nuevos brotes.

Este año, las motosierras volvieron a orillas del Ulla y Gañete pidió mantener a salvo O Areal. El lema del célebre San Xoán que se celebra en el entorno fue «Que ninguén apague a luz do Areal». Pero las plegarias parecen haber caído en saco roto. Ni la Xunta ni el gobierno local —al que se pidió ayuda— hicieron variar la hoja de ruta. Este lunes las motosierras tumbaron dos ejemplares en el entorno de O Areal, a más de 20 metros del río. «Se deixamos que continúen cortando significará a morte do Areal tal como o coñecemos», advierte Gañete. «O Areal está nas vosas mans», dice pidiendo auxilio. Las personas que quieran apoyar la causa deben presentarse en O Areal entre las 7.30 y las 9.00 horas de este martes. El objetivo es tratar de frenar la tala y forzar una explicación de quien dio la orden. «É a derradeira oportunidade», dice Gañete.