
Cuíña cargó contra el portavoz del PP en el pleno por la obra del consistorio
22 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La tradición yanqui y la célebre película protagonizada por Bill Murray hicieron popular la expresión del Día de la Marmota. Para los despistados, cuando algo se repite de forma constante, como si viviéramos la misma jornada de forma recurrente. Asistir a los plenos en Silleda se asemeja, en muchas ocasiones, a ese Día de la Marmota. Ataques y contras en un duelo de esgrima verbal subido de tono con los mismos protagonistas. Y en muchos casos con contenidos ya tan manidos que casi excusamos reproducirlos. La distancia sideral y animadversión entre Manuel Cuíña e Ignacio Maril contamina la confrontación política en casi todas las ocasiones. Y ayer, en la sesión extraordinaria pedida por el PP, no iba a ser menos. Como resumía en una de las últimas intervenciones el edil del BNG, Xerardo Díaz, fue nuevamente «unha pelexa de galos» con la casa consistorial y los modificados de obra como principal telón de fondo.
La sesión arrancó con emisión por Youtube para que la pudiesen seguir todos los vecinos en un salón de plenos en precario, sin el mobiliario noble ya trasladado al nuevo consistorio. Y con el regidor recordando el reglamento en cuanto a los tiempos de intervención, la primera para el portavoz popular para justificar la petición de comparecencia de Manuel Cuíña. Reiteró que recurrieron a una sesión extraordinaria ante la falta de explicaciones previas sobre los modificados del proyecto del edificio municipal. De nuevo con la mirada al pasado, a controversias con el alcalde, denuncias y juicios, antes de entrar en materia.
Ignacio Maril aludió a un primer modificado de proyecto sin acreditar las causas ni con revisión de precios en el objetivo de aligerar la cubierta. Después hubo un segundo modificado que no se remitió a Patrimonio para su visto bueno. Ironizó con si el informe técnico incorporado a última hora al expediente era la única explicación que iba a ofrecer Cuíña para justificar la situación, porque «con tanto enmendar erros xa non casa case nada». Fue más allá ante posibles problemas de accesibilidad o vertidos de aguas a las aceras, así como en normativa antiincendios o presencia de personal de la residencia limpiando antes de la inauguración del día 11.
El alcalde también miró al pasado en esa guerra abierta entre ambos ya hace cinco años, para comenzar —en una intervención que se alargó de forma considerable— con las descalificaciones al portavoz popular, que fueron desde «mala persoa» a «mentiroso sen escrúpulos» y «parricida» o incluso con un neologismo, al calificarlo de «ignominio». Pero Cuíña fue más allá y aseguró que clientes de Maril en su profesión de abogado le trasladaron «as súas malas praxes», que por ahora no hizo públicas aunque dice estar arrepentido y no descarta hacerlo.
Cuíña recordó los esparadrapos de los populares al inaugurarse la humanización de la calle Progreso o el devenir de las obras del nuevo consistorio, con la caída de los andamios. Acusó de parricida a Maril por «denunciar ao seu propio pobo» por los cambios en el proyecto de obra que obedecieron a cuestiones técnicas y no a decisiones políticas. Y leyó el escrito de 2 de noviembre de Patrimonio donde se pide documentación tras la denuncia de Maril, con el lucernario de la última planta entre otras cosas como fondo de la controversia.
Aseguró que se han puesto en riesgo las dos subvenciones por un millón de euros de Diputación y Xunta, aunque con el balón de oxígeno que supone que Patrimonio les otorgue seis meses para explicar ese último modificado de obra. Insistió el regidor en que incluso antes de presentarlo ya lo trató en persona con altos cargos de Patrimonio para exponer las causas del cambio. Acusó también a Maril de demorar esa «demanda infame» e incrementar las opciones de perder las ayudas, a justificar antes de fin de año, además de pedir paralización de las obras. Explicó con las propias bases de la convocatoria que las ayudas de ambas Administraciones eran compatibles y le criticó que alentase el boicot del PP al acto inaugural, para después cuestionar el incumplimiento de aforo pese a ser para él solo una reunión.
El peso de la cubierta se aligeró un 65 % según el informe
En un pleno de nuevo bronco aunque menos que en otras ocasiones, sin recurrir el regidor a las llamadas al orden aunque sí amagó en una ocasión al menos con hacerlo con Maril, Cuíña afirmó que las obras de la casa consistorial no están aún recepcionadas porque en un primer momento el técnico estaba enfermo y, en un segundo, el pedido a la Diputación no acudió. Respecto a la afirmación del portavoz popular de que los cambios no solo no aligeraron el peso de la cubierta sino que este se duplicó, aduciendo consultas con cuatro arquitectos, el alcalde leyó un informe. Está rubricado por dos arquitectos, con nombre y apellidos, recogiendo datos sobre el peso por metro cuadrado de los distintos forjados y chapas colocadas en la cubierta.
Ese documento refleja, según leyó Cuíña, que inicialmente la estructura y la placa pesarían en torno a 98.000 kilos, mientras que quedó en 35.000, es decir, un 65 % menos. El alcalde trasdezano invitó a Maril a presentar un informe con nombre y apellidos de esos arquitectos consultados y, en caso de existir, llevará el tema a los tribunales para dirimir quién tiene la razón. Rebatió las críticas sobre accesibilidad, afirmando que se cumple la normativa, para aducir que no sabía quién estuvo trabajando en el consistorio y que ya dirá cómo se repartirán las oficinas en su día, «porque polos esforzos de vostede aínda estamos nesta casa».
Otras prioridades, para Rey
La portavoz nacionalista, Erea Rey, en su intervención insistió en que hay otras prioridades para los vecinos, cuestionando el pleno pedido por el PP. Dijo que se llega a esta situación por las chapuzas en las obras, pero también por la catalogación patrimonial del edificio en el PXOM y al incumplirse tres cuestiones por la dirección de obras tras el modificado del proyecto. En concreto por no llevarse ese tema a pleno, trasladarse al arquitecto redactor y a Patrimonio.
Rey también tiró una pulla al PSOE al considerar que el acto inaugural del día 11 fue «unha festa de partido», que el consistorio no es de Manuel Cuíña, para pedir responsabilidad y lealtad ante el riesgo de perder subvenciones por buscar un rédito político el PP con su demanda. Recordó otros atentados al patrimonio que quedaron sin denunciar en Toiriz, Cortegada o Trasfontao, y preguntó por coste total, subvenciones y si todos los servicios irán en la primera fase.
Todos los servicios se concentrarán ya en el edificio, sin esperar a la segunda fase
El regidor respondió al BNG negando que fuese una fiesta partidista la inauguración, ya que hubo invitaciones a altos cargos de Xunta y Diputación, así como alcaldes del PP, pero no acudieron por el boicot de Maril, en algún caso excusando solo dos o tres días su inasistencia y aduciendo órdenes de partido. Cifró en 1,6 millones el precio de la obra tras la baja, es decir, con un coste de 600.000 euros para las arcas municipales, ya que más de 700.000 los aportó la Diputación y 250.000 la Xunta. También afirmó que todos los servicios se trasladarán ya al consistorio, en espera de la segunda fase con un nuevo edificio anexo.
La portavoz socialista, Mónica González, intervino para recordar los cinco plenos extraordinarios pedidos desde el 2020 por el PP, con coste económico pero también de recursos humanos y tiempo, considerando que la mayoría de casos habría otros temas más importantes para los vecinos a debatir. Animó a Maril a llamar a la Xunta para lograr fondos para Silleda, con cero euros en sus presupuestos del 2024.
En su réplica, Maril dijo no querer entrar en las faltas de respeto del regidor con sus calificativos hacia su personas para preguntarle si fue culpa del PP el modificado del proyecto de septiembre y que no se remitiese a Patrimonio. Insistió en sobrecostes de materiales y a los 6.000 euros a abonar para descatalogar el edificio. Xerardo Díaz justificó las críticas de acto partidista por la presencia del alcalde de Vigo y lamentó que Cuíña se extralimitase en tiempo y ataques personales hacia Maril. Adujo que los vecinos están contentos con la obra y que el PP no midió las consecuencias con su demanda.
Dos puntos sin tratar tras consulta a Secretaría
La sesión se cerró sin debatir dos puntos más incluidos a petición del PP para dejar sin efectos acuerdos plenarios, esgrimiendo el regidor para esa decisión un informe jurídico pedido a Secretaría. En él se apunta que la normativa no permite revocar esas decisiones en los parámetros planteados y por tanto no procedía su debate al no ser el cauce apropiado. Maril cuestionó que ese informe se incluyese en el expediente después de convocarse la sesión de ayer.