Manuel Cuíña, en un pleno tenso y que acabó entre reproches y lágrimas al abandonar el salón de sesiones, estaba dispuesto a donar cada año ese dinero
20 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Los diques saltaron ayer tras un tenso pleno en Silleda, emitido por vía streaming, por 3.000 euros brutos anuales. Esa mínima diferencia económica supuso la ruptura de puentes entre PSOE y BNG, abriéndose una brecha cuyo fondo tardará días en conocerse en cuanto a la gobernabilidad del Concello. Una cuantía que los nacionalistas insistían en que se redujese el todavía regidor, Manuel Cuíña, en el salario planteado por los socialistas de 51.821 euros para fijarlo en 48.000. Pero ni la última intervención antes de votar donde reiteraba en que no se trataba de dinero, anunciando que donaría esa cantidad de 3.000 euros cada año a una entidad social del municipio, posibilitó que el BNG se moviese del voto negativo a la abstención. Junto con el PP mantuvieron la pinza de la pasada semana tumbando las tres dedicaciones exclusivas y el personal de confianza, con la dimisión posterior del alcalde de la que contábamos detalles y el proceso que se iniciaba en la portada de este cuadernillo.
La sesión la abría Cuíña dando cuenta del reparto de los 108.000 euros brutos anuales, con los 51.821 para el regidor, 30.380 para la primera teniente de alcalde y 26.040 para la concejala de Benestar Social. También recordaba los 26.265 euros para un puesto de personal eventual de confianza, de secretaria de alcaldía. El PP tanto en su primera intervención como en la réplica mantuvo argumentos ya esgrimidos la pasada semana para justificar su voto contrario. Ignacio Maril no constató razones para cambiar ese sentido, reiterando la falta de negociación y asegurando que no podían abstenerse como insinuó el día antes el regidor por responsabilidad democratica tras no haber sido capaz de hablar con el mayor partido de la oposición. En especial cuestionaban uno de los sueldos, con referencia velada a la edila de Benestar, así como el personal de confianza, por darse el puesto a dedo para pagar favores políticos.
Pero los populares eran los convidados de piedra en un combate entre las dos fuerzas progresistas. La portavoz nacionalista, Erea Rey, en su primera intervención, remarcó declaraciones de Cuíña del día anterior donde aseguró haber zanjado ya el debate económico sin que bajasen su propuesta, acusándole de soberbia y ego. Apuntó que el domingo hicieron su segunda oferta, del 95 % de lo planteado por el PSOE con unos compromisos políticos a cumplir —desvelados tras el pleno en torno al SAF municipalizado, extender abastecimientos y saneamientos y desbroces en un determinado plazo— para un total de 105.000 euros, con 1.000 más para el regidor que en el anterior mandato. Tildó de generosa la propuesta, manteniendo salarios de las otras dos concejalas, con 57.000 euros conjuntos, y aceptando el puesto eventual, para pedir al regidor que se parase a pensar y dejase «as arroutadas» y de crear un circo político, afirmando que no se trataba de ningún veto personal y acusándole otra vez de filtrar conversaciones privadas así como de falta de diálogo.
Bonito discurso
En su primera réplica el alcalde tildó de bonito discurso el de Rey para defender las cesiones hechas por el PSOE, achacando las «arroutadas» al BNG en redes sociales en plena negociación. Negó haber recibido el domingo la propuesta sino este lunes a las 23.30 horas e insistió en que las negociaciones son públicas aunque sean mediante wasaps. Después recordó todo el proceso ya apuntado en anteriores ocasiones, tanto en la progresiva reducción del coste económico de los salarios desde la propuesta inicial de 134.281 a los 108.000 euros. Mientras, el BNG estuvo hasta casi hasta el final enrocado en los 90.000 y a distribuir por ellos.
Cuíña trajo a la palestra el acuerdo refrendado este lunes en pleno en Forcarei, donde el BNG sí aprobó un sueldo de la alcaldesa socialista de más de 46.000 euros a pesar de ser un Concello con menos población y presupuesto municipal. «Non o podo aceptar por respecto aos silledenses», dijo, par insistir en que redujeron en 26.000 euros su propuesta inicial y el BNG solo la cambió en 15.000, «e como dirían aos nenos en Barrio Sésamo, 26.000 son máis que 15.000» respecto a la rebaja de máximos entre ambas formaciones políticas, con más cesión del PSOE.
«Creo que non hai vontade e viñeron ao pleno a contar mentirijillas, que se proposta unilateral, que se soberbios, cando sabían fai unha semana a nosa proposta», remarcó Cuíña. Y argumentaba porqué cree que detrás hay una cuestión personal contra él del BNG, que «nunca xamais me deu unha oportunidade e prefiro que sexa así, porque agora cando desapareza —en alusión a su posterior renuncia— igual cambian de posición».
Recordó su reprobación como teniente de alcalde a propuesta del BNG, con retirada de sueldo incluida, así como «os improperios diante da miña familia na miña primeira investidura». Y recuperó el sueldo después por la abstención del PP «porque o BNG quería que seguise sen traballo». La situación, afirmó, que no mejoró tras irse Matías R. da Torre para entrar Tania Cornado, a la que achacó estar cinco años de «apéndice do PP». Dijo haber recibido ataques personales a su familia que esperaba ya no se repitieran, aunque después Maril negó que fuera así, solo daban a conocer actividades que tenían trascendencia pública e incluso se corroboró en juicios. Pidió no comparar salarios con otros concellos y acusó a Cuíña de inmovilismo.
Mitin socialista
Erea Rey tildó de mitin esa primera réplica del regidor y de buscar solo confundir, insistiendo en falta de interés por negociar del PSOE y defender su propuesta como «axeitada e moi digna» . Antes de votar Cuíña insistió en que conocían la primera propuesta de 134.281 euros, «que Matías terá apuntada na súa libreta», para tildar de paradigmático que caiga el alcalde que logró junto al resto de su gobierno la mejor gestión económica en la democracia, tras salvar al Concello cuando se barajaba intervenirlo. «O meu delito foi gañar cinco eleccións, dous como segundo», dijo, insistiendo en que no era un tema de dinero o ego sino de justicia. Tocaba votar antes de constatarse la crónica de una dimisión anunciada.
«Nestes 16 anos de traballo polo Concello o fixen o mellor que souben», dijo el regidor
En la recta final cuando ya parecía que ni PP ni BNG iban a cambiar su intención de voto, Cuíña durante su última intervención tuvo palabras que sonaban a despedida. Afirmó haber sido un honor presidir la corporación para recalcar que «nestes dezaseis anos de traballo polo Concello fixen o mellor que souben, pero agora o mellor que podo facer, se non hai acordo pola miña persoa, é irme». Pidió a los nacionalistas que desde hoy fuesen «máis razoables» tras propiciar la primera renuncia de un alcalde en la historia de Silleda y para «non acabar con vinte anos de gobernos progresistas».
Al concluir la sesión plenaria de más de una hora pese al único punto a debatir no faltaron algunos momentos de tensión, con cruce de acusaciones y palabras entre socialistas y nacionalistas. Cuíña recibía el abrazo, en muchos casos entre lágrimas, de sus hasta ese momento compañeros en el gobierno socialista, el primero de Mónica González, quien ejercerá como teniente de alcalde. Pero fue un desfile de personas testimoniándole su pesar por lo ocurrido, mostrándole su apoyo.
Después tocó subir a los despachos para ultimar detalles antes de formalizar la renuncia por la tarde, e incluso con intentos de que al menos diese marcha atrás en cuanto al acta de concejal. Pero Cuíña estuvo tajante en que su adiós fuese total porque en todo momento consideró que detrás de lo ocurrido hay una cuestión personal y seguir entorpecería en el futuro abrir una puerta a retomar el diálogo en el futuro.
Camiñas: «Silleda perde un gran alcalde e o responsable é o BNG»
Entre las reacciones tras trascender la renuncia de Cuíña figuró la del secretario comarcal del PSOE y alcalde de Rodeiro. José Luis Camiñas consideró que el BNG no obró bien aunque tenían claro que iban a hacer lo que finalmente ocurrió en el pleno. Tildó de chantaje personal el posicionamiento de los nacionalistas, para afirmar que «Silleda perde un gran alcalde e o responsable é o BNG», lamentando que declinasen participar en el gobierno para abrir la posibilidad de poner proyectos sobre la mesa y hacer «política útil».
El exalcalde y actual portavoz municipal de Compromiso por Lalín, Rafael Cuíña, también se mostró muy crítico con el partido nacionalista en redes sociales. «Podedes estar ben contentos o os do BNG de Silleda… Grazas a vós dimite un grande alcalde como Manolo Cuíña», remarcaba, para instar a que «pobo volo teña en conta». Desde el Facebook del PSOE de Silleda lamentaban que ni siquiera les valiese repartir los 3.000 euros entre las otras dos concejalas o darlo a una asociación. «Só lles valía a cabeza do alcalde», sentenciaron.