Cuíña tildó de electoralista el pleno y esgrimió la ausencia de reparos a los contratos

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

DEZA

miguel souto

El regidor silledense eludió en sus argumentos ante el PP dar explicaciones sobre ofertas pedidas y la coincidencia de fechas

06 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La tensión podía cortarse con cuchillo ayer en el salón de plenos de Silleda, aunque nadie quiso salirse del guion para dar armas al contrario. Una sesión extraordinaria solicitada por el PP en torno a contratos con una cooperativa alicantina para lograr fondos europeos para el Concello, donde el grupo de gobierno del PSOE votó en contra de la reprobación del regidor, los populares a favor y la edila nacionalista declinó pronunciarse. Todo ello tras un debate en el que Ignacio Maril (PP) y Tania Cornado (BNG) cargaron contra la política de contratación y donde Manuel Cuíña (PSOE) evitó entrar al trapo como sí ocurre en otros plenos, limitándose tan solo a insistir al portavoz popular en una de sus intervenciones en que se estaba excediendo del tiempo.

En esta sesión el alcalde estuvo en todo momento atento al reloj para milimetrar los tiempos de cada partido. Estuvo listo Manuel Cuíña porque guardó su defensa para su última intervención, tras tachar en la anterior de electoralista la petición de convocatoria del pleno. Cerró la sesión aclarando la vinculación con Silleda de la firma adjudicataria y esgrimiendo que ambos contratos contaron con la firma de Secretaría, así como informe de Intervención, sin que se pusiese ningún reparo. Animó a Maril a ir a la Fiscalía por «un céntimo que di que se pasou un contrato», defendiendo que fueron contratos legales y tildando de burla a los silledenses el pleno a mes y medio de los comicios. Eso sí, no explicó la relación entre las firmas ofertantes aducida por el PP ni porqué se habían remitido ofertas antes de la invitación a hacerlo.

Una última factura

Pero toca ir por partes en un pleno que abrió Maril aludiendo a una carta abierta del regidor donde achacaba a los populares un uso partidista del mecanismo democrático de pedir un pleno extraordinario. Justificó la medida en la falta de explicaciones en la sesión ordinaria a sus preguntas, tras conocer poco antes una factura de uno de los contratos y no haber ya opción de plantearlo por vía de una moción. Recordó a continuación polémicas vividas en el mandato en torno a la licencia a granjas, la piscina del regidor o «contratos a dedo». Y pidió explicaciones sobre cuestiones ya avanzadas en días previos en torno a la petición a empresas de Alicante de ofertas para sendos contratos, con vinculaciones entre ellas, sin favorecer la competencia e incluso reiterando la petición a alguna que no se presentó en una primera convocatoria. Afirmó que incluso comparten trabajadores y oficinas. También incidió en que las ofertas llegaron antes de la invitación municipal a presentarse, «con información por tanto privilexiada», y en uno de los contratos se superó, según el PP, la norma en la cuantía para ser tramitado como uno menor.

 

En su intervención, Cornado aludió a las irregularidades en la contratación por parte del gobierno silledense y los «conflictos de intereses de vostede», en alusión al alcalde. Incidió en que Cuíña no debía participar en las mesas de contratación, al trabajar su empresa para otra firma que contrata con el Concello. En su primer turno, el regidor declinó argumentar su defensa, que se guardó para el segundo punto donde si iba a debatir su posible reprobación.

Esa posición del regidor generó quejas por no dar explicaciones ante el as en la manga de cerrar intervenciones después sin opción a réplica, como así ocurrió. Incluso Maril lamentó el «silencio cómplice» del resto del grupo de gobierno, para insistir en la existencia de una trama organizada para presentar ofertas con el consentimiento del Concello.

Tocó entonces introducirse en el segundo punto de la reprobación, de nuevo abriendo el PP las intervenciones. Y Maril recurrió otra vez la carta abierta del domingo del regidor para negar que el anterior intento de reprobarle por un paso de peatones para el CEIP, sino por «cambalache na contratación da obra» e insistir en la gravedad de lo acontecido, como haría también Cornado.

Cuíña tenía entonces el turno de palabra para esgrimir una noticia de prensa de junio del 2021 sobre el contrato incluido en el debate de ayer, preguntándose si no era electoralismo pedir un pleno extraordinario dos años después y sin iniciativas durante ese tiempo por ejemplo a través de mociones. Tras la réplica de Maril en la misma línea, justificando que hace poco se conocía la factura del segundo contrato con la misma empresa y afirmando que no hubiera pedido el pleno extraordinario sino las explicaciones hubieran llegado la pasada semana, fue cuando el regidor desveló su argumentación.

La vinculación silledense de R2 Innovación Cooperativa

Los dos contratos objeto de la polémica, del 2021 y el 2022, se adjudicaron a R2 Innovación Cooperativa. El PP preguntó por su vinculación con Silleda y el regidor se lo aclaró en su última intervención. Por un lado, trabaja allí una silledense, dijo. Por otra, además de contratar con firmas andaluzas o alicantinas, también trabaja con Agadea en Galicia o Amicos, con sede en Boiro, y que acude a Silleda a prestar servicios de forma periódica. Por ello podía conocerse la posibilidad de que optase a ese contrato para lograr fondos europeos. Insistió Cuíña en la legalidad de los dos contratos y, además de animar al PP a ir a la Fiscalía, lamentó que el pleno supusiese miles de euros de coste a los silledenses y serán ellos quienes se pronuncien sobre «quen merece irse a casa».