Xosé Antón Castaño: «Lembro varias ameazas de bomba dos alumnos cando había exames»

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

cedida

El estradense se jubila como conserje del IES Antón Losada de A Estrada tras tres décadas de servicio

24 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Para varias generaciones de estradenses, Xosé Antón Castaño Gestoso es el conserje del IES Antón Losada Diéguez. Allí estuvo al pie del cañón durante los últimos treinta años, aunque reconoce que llegó al oficio de rebote, después de una juventud inmerso en el mundo de las artes. «Da pintura é difícil vivir, así que houbo que buscarse a vida», cuenta.

Castaño, que es natural de Ouzande (A Estrada), estudió el bachillerato en Vigo, en el instituto de A Guía. Allí fue donde dio sus primeros pasos como artista, haciendo teatro y compartiendo reparto con el actor Antonio Durán, Morris. «Levabamonos un curso de diferenza. Foi unha obra escolar na que estabamos cinco alumnos e un profesor como director. Eu despois daquela quedei traumatizado», recuerda Castaño. «Era unha peza na que tiñamos que cantar algo. Despois de moitos ensaios, o profesor díxome: Ti mellor non cantes, fai só como que vocalizas», explica el conserje. Aquella fue su primera y última actuación sobre el escenario. Años más tarde, sin embargo, Castaño acabó trabajando para el Centro Dramático Galego, encargándose del atrezzo y la escenografía de la obra Salomé. «Aí xa tiven unha experiencia mellor», reconoce.

De todas formas, la gran pasión artística del estradense fue la pintura. En su etapa de estudiante ya ganó algún concurso de carteles y, a la hora de elegir profesión, pensó en las artes plásticas. Por aquella época aún no existía la facultad de Bellas Artes de Pontevedra, así que Castaño se matriculó en la rama de decoración y escultura en piedra, en la escuela Mestre Mateo de Santiago. El artista completó su formación con diversos cursos de grabado, de nuevas tecnologías o de tecnologías digitales, algunos de ellos a través de la Asociación de artistas plásticos de Santiago, a la que estuvo muy ligado.

Castaño consiguió destacar como pintor y exhibió su obra en once exposiciones individuales y cuarenta colectivas. Expuso en la Bienal Internacional de Novos Valores en Pontevedra y en la XXI Bienal de Arte años después. También en el Museo do Pobo Galego y en bienales, muestras y galerías de Murcia, Mallorca, Marbella, Toledo, Barcelona, Sevilla o Portugal. También fue seleccionado por la Consellería de Cultura en el certamen Xóvenes Creadores, lo que le permitió llevar a cabo una estancia formativa en La Habana (Cuba).

Antes de desembarcar en el mundo de la administración, el estradense fue además profesor de dibujo y modelado en el colegio compostelano La Enseñanza y en la Fundación Forem de Pontevedra.

El bedel con alma de artista que desayunó con Víctor Manuel

Huyendo de la inestabilidad del mundo de las artes, al volver del servicio militar Castaño empezó a trabajar en la Xunta. «Foi na primeira lexislatura da Xunta. Traballaba na Consellería de Cultura. Aínda non existía San Caetano e traballabamos repartidos en distintos pisos, en Santiago», explica el estradense. Aquel trabajo le dio la oportunidad de conocer a dos de los grandes de la cultura. «Almorcei con Víctor Manuel e ceei con Isaac Díaz Pardo», cuenta Castaño. «Víctor Manuel viñera a Santiago porque era produtor dunha película sobre unha obra de Valle-Inclán. Aloxábase no hotel Peregrino e a min encargáronme que levara alí a un xoieiro, porque Víctor Manuel estaba interesado nas xoias antigas. Con Isaac Díaz Pardo ceamos un pequeno grupo unha vez en Pontevedra», recuerda.

Tras cambiar la Xunta por el IES Losada, Castaño llevó una existencia más tranquila, aunque con pequeños sobresaltos al principio. «O centro cambiou moito. Cando empecei había máis crispación. Eran tempos máis convulsos. Houbo varias ameazas de bomba dos alumnos cando había exames», recuerda. «O centro cambiou moito nestes 30 anos. Ao vir a ESO, Bacharelato e a Escola de Idiomas medrou moito. Viñeron profesores novos que lle deron aire fresco a un centro ancorado no pasado. Agora son 75 profesores e 500 alumnos: o centro máis grande da Estrada», cuenta.

Castaño deja su puesto con una sensación agridulce. «Son moitos anos e deixo bos amigos», dice. «Agora pedirei no Concello unha relación de permisos de obras e dedicareime a supervisalas», bromea. «Sempre me gustou viaxar e a xardiñería. Non teño previsto volver a pintar, pero non creo que me aburra», dice.