La Guardia Civil interviene en Lalín y Dozón botellas de licor con el precinto fiscal sin activar

La Voz

DEZA

Guardia Civil

En la operación se inspeccionaron cinco empresas de estos municipios dezanos, así como de Moaña y O Porriño, solventándose en la fábrica apenas doce horas después de la intervención esa cuestión

22 mar 2023 . Actualizado a las 09:38 h.

La Guardia Civil inspeccionó cinco empresas que comercializaban botellas de licor sin la activación del precinto fiscal e incluso sin este requisito legal, procediendo a la intervención de 461 unidades. El caso partió de la Patrulla Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil de Marín tras detectar que en un local de Moaña se vendían esas bebidas con la etiqueta sanitaria pero sin los precintos fiscales. Las botellas fueron aprehendidas y se denunció al establecimiento por infracción de la Ley de Impuestos Especiales, abriéndose una investigación para conocer la procedencia de esos licores. Con el apoyo de la unidad de Vigo se acudió al local de una firma distribuidora de bebidas, con sede en O Porriño, donde encontraron doscientas botellas de alcohol que tenían precinto fiscal pero no se acreditaba el pago del impuesto devengado, procediendo a su intervención.

Las inspecciones continuaron después en una empresa que se dedica a la fabricación de licores, con sede en Dozón, donde se intervinieron otras 240 botellas de diferentes bebidas alcohólicas. De nuevo, a pesar de tener el precinto fiesta, no se acreditó haber abonado el correspondiente impuesto. Además, se acudió a dos comercios tanto en Dozón como en Lalín. El resultado final de la operación de la Guardia Civil, tras inspeccionar cinco empresas, fue el precinto de 457 botellas de licor y 31 garrafas de tres litros de capacidad cada una de ellas, tras comprobar que los precintos fiscales no habían sido dados de alta al no estar acreditado el pago impositivo correspondiente.

Desde el colectivo de afectados por esta medida mostraban su sorpresa ante la nota de prensa difundida por la Guardia Civil, bastantes días después de que se realizase la intervención. Además, apuntaban que doce horas después de que se detectasen esos supuestos precintos fiscales sin dar de alta ya estaban activados. Incidían además en que se trata de un mecanismo de control de la trazabilidad del contenido de esas botellas, porque el pago del impuesto se realiza posteriormente ante Hacienda.