La portavoz del BNG, Ana Pontón, se desplazó a Vila de Cruces con motivo de la celebración del Día da Muller Rural. En este municipio dezano visitó el taller de la zoqueira Elena Ferro, premio Nacional de Artesanía 2019; el proyecto de cuidados de martes Casa da Oliveira puesto en marcha por Cristina Arias y el castro de Madrosende de cría de gallos de María Castro.
Pontón puso en valor la labor de las mujeres «claves para un rural vivo» y la necesidad de que cuenten «co máximo apoio». De ahí la propuesta de «crear un tícket rural para o emprendemento das mulleres». Una medida que, apuntó, «implicaría unha axuda anual dun mínimo de 15.000 euros durante cinco años para proxectos con sede e domicilio fiscal no rural» destacando que es «unha medida que funciona con éxito noutros territorios e que sería un revulsivo para fixar poboación e reverter o abandono do medio rural».
A esta iniciativa añadió la puesta en marcha de un Plan de discriminación positiva de servicios públicos en el medio rural encaminado a facilitar la conciliación laboral y profesional de las mujeres. En este sentido citó escuelas infantiles, centros de atención a los mayores, servicios sanitarios y educativos de calidad y de proximidad, buenas comunicaciones y la posibilidad de acceder al ocio y a la cultura, todo ello fomentando la corresponsabilidad. Añadió la propuesta de bajar la cuota a los autónomos y una línea de ayudas específica de fomento de la innovación en el rural a la que puedan concurrir proyectos que surjan y con una discriminación positiva a los promovidos por mujeres
Pontón estuvo acompañada por los portavoces nacionalistas de Vila de Cruces, Álex Fiúza; y Lalín, Francisco Vilariño y el responsable comarcal de la formación, Xoán Blanco y las edilas cruceñas Beatriz Gómez y Carlota Salgado; así como el concejal de Dozón, Miguel Docasar.
Pontón cerró la jornada en Cruces con un encuentro con los vecinos que contó con una nutrida asistencia de público.