Crecen los hogares sin recursos por la difícil situación económica

David Cofán Mazás
David cofán A ESTRADA, LALÍN / LA VOZ

DEZA

miguel souto

Las ONG de la zona notan un repunte acentuado desde la pandemia

11 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El alza de los precios de la energía y la inflación están poniendo a prueba la economía de las familias, que por muy boyante que sea su situación sufren las embestidas de un encarecimiento agudo del coste de vida. En el caso de aquellas con pocos recursos, el panorama se vuelve poco o nada alentador, por lo que la posibilidad de conseguir alimentos, ropa o un pequeño incentivo para pagar las facturas se vuelve crucial. En este contexto las organizaciones sin ánimo de lucro de la zona están sirviendo como balón de oxígeno a estos hogares, que parecen multiplicarse desde que la pandemia sacudió nuestra economía hace casi tres años.

Es el caso de O Mencer, en Lalín, que reparte cientos de kilos de alimentos cada semana a más de 350 personas de 131 familias de la comarca dezana. Su responsable, José Luis Factor, asegura que esta cifra no ha descendido en los últimos años, sufriendo «unha pequena subida nos últimos meses, sobre todo de poboación inmigrante». Cada lunes por la tarde se reúnen en su sede de la rúa Manuel Rivero decenas de personas a las que se les dan bolsas no solo con comida, si no también con productos de higiene. Artículos indispensables en el día a día que se han convertido en un lujo para muchos hogares y que O Mencer se abastece de ellos gracias a la colaboración de entidades como el banco de alimentos de Pontevedra, de Cruz Roja y de algunos donativos de empresas locales.

En Cáritas Silleda también prestan ayuda en este ámbito, entregando vales con diferentes cantidades para la compra en función de la situación de cada familia. El párroco silledense José Pérez, afirma que el número de solicitantes es similar al de los últimos meses, aunque admite con preocupación que la cifra no ha remitido, situándose en torno a la veintena de hogares. Además de esta aportación económica para alimentos, también ofrecen ayuda para el pago de la luz y el alquiler. Un servicio parecido al que realiza Cáritas en A Estrada, que auxilia a 150 familias del municipio.

Lourdes Tejedor, coordinadora de la sección estradense, explica que los demandantes no han aumentado porque muchas personas se acogieron a diferentes ayudas autonómicas o estatales como el ingreso mínimo vital, pero el número no mengua porque en su lugar llegan otras, especialmente inmigrantes sin empleo. En A Estrada ofrecen alimentos, ropa y solicitan ayudas puntuales para la luz, el alquiler y la compra. En este caso como en el de Silleda, la inflación afecta a la asociación en tanto en cuanto han tenido que aumentar la dotación de los vales para el supermercado, ya que con la anterior ayuda adquieren la mitad de productos que hace un año.

Perfil

De los cientos de personas que atienden en las asociaciones de la zona hay un común denominador: familias monoparentales, de mediana edad y extranjeros. No obstante también hay un importante número de españoles que precisan estas ayudas, entre los que se encuentran ancianos que viven solos y con una pensión tan escasa que no puede solventar los gastos mensuales.

O Mencer planea actividades para celebrar su décimo aniversario

En el 2023 O Mencer cumple diez años de servicio a los más necesitados. Para celebrar como se merece la efeméride, la asociación está planeando actividades con el objetivo de captar más socios y voluntarios y además recoger alimentos para que su labor altruista dure, como mínimo, otros diez años más. Por el momento no tienen nada pensado, pero con el relajamiento de las restricciones por la pandemia se animarán a llevar a cabo algún evento.

Por otra parte, en Cáritas de A Estrada necesitan voluntarios para las clases de apoyo escolar y para dar lecciones de castellano. En este sentido, Tejedor anunció que estas actividades se unen a la oferta actual en la que también cuentan con un taller de costura dos días a la semana. Además, se preparan para la operación kilo en Navidad y recaudan fondos con la venta de lotería.

«En Lalín nunca hubo tantas familias pidiendo ayuda»

La responsable de Cáritas en Lalín, Iria Gómez, asegura que en la capital dezana la subida de la luz y la inflación se traducen en un aumento del número de familias pobres que necesitan una mano. «Si notamos un repunte, hay un incremento en relación al año pasado de entre veinte y treinta familias a mayores de las que teníamos», indica. En total son más de setenta hogares las que son atendidas por esta organización, una cifra por encima de lo habitual. «En Lalín nunca hubo tantas familias pidiendo ayuda», recalca.

Como en A Estrada y Silleda, en el caso lalinense también otorgan ayuda económica para la compra de alimentos con tarjetas y vales, aunque lo que más apremia a las personas que acuden es el alquiler y la luz. También aquí han tenido que adaptar los recursos que entregaban al coste de vida real, por lo que «la cuantía es mayor, aunque cada caso es diferente», explica Iria, que expone ciertos condicionantes para estas ayudas como la situación laboral, el número de personas que trabajen en casa o la cantidad de hijos a cargo del demandante.

Estima que la mayoría de las personas que acuden a Cáritas en Lalín son extranjeros con una horquilla de edad desde los veinte a los cincuenta años. En casi todos los casos con hijos menores de edad.