Las comunidades de propietarios buscan fórmulas para ahorrar

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

miguel souto

Ajustan la potencia, apuestan por las luces led y miran diferentes presupuestos

26 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la inflación disparada y los precios por las nubes, las comunidades de propietarios buscan también fórmulas para ahorrar, sobre todo en la factura de la luz. Son medidas que, en muchos casos, ya se pusieron en marcha en cuanto el precio del kilovatio empezó a batir récords. Unas cuestiones de las que saben mucho los gestores de las comunidades de vecinos. Una de ellas es Parque 7 en Silleda. Francisco Javier Rodríguez Chorén explica que «a preocupación pola subida de todo e a inflación existe». Por lo que respecta al recibo de la luz apunta que «estánse mirando outras compañías para ver si ofrecen algunha rebaixa». Antes de eso algunos de los pasos dados por las comunidades fueron los de ajustar potencia, cambiar las luces por led o colocar detectores de presencia en los pasillos para ahorrar energía. En algunos casos los cambios se realizaron a raíz de alguna avería.

Algunos van más allá Rodríguez Chorén señala que «temos un par de edificios que xa tiñan placas solares para auga e calefacción». En este caso el ahorro se nota, especialmente si el tiempo ayuda con las horas de sol.

Hay también quien colocó contadores por planta para evitar que si se enciende una luz en el portal no se activen las zonas comunes de todo el edificio. Supone un ahorro a largo plazo, pero también exige una inversión inicial que en edificios pequeños o con pocos inquilinos se puede tardar bastante en amortizar.

Aunque la luz es importante, en Tanxente Lalín recuerdan que en la mayoría de las comunidades el gasto del mantenimiento y funcionamiento del ascensor, es el más cuantioso. En Lalín señalan ya se fueron colocando en muchos edificios antiguos. En A Estrada, en Prieto solo recuerdan la colocación de un ascensor en un edificio de 60 años hace un par de años.

En las gestorías de la zona coinciden en que no se notó un incremento de la morosidad durante la pandemia ni de momento. Dicen que siguen siendo «os de sempre», que son muy pocos. Está dicen «o que non paga porque no quere e non vai a pagar nunca e o veciño que non paga nun momento porque se quedou sen traballo ou ten un problema e salda a débeda en canto pode». Con la crisis que se avecina, quien sabe, porque aseguran que en tiempos difíciles y en anteriores crisis el de comunidad es el primer recibo que se deja de pagar.

Cuotas al alza y derramas que sufren la subida de los precios

En lo que sí coinciden los gestores de comunidades es que los propietarios se verán obligados a actualizar los costes en la asamblea anual y, si esto no cambia, tendrán que incrementar el precio de las cuotas. La cantidad dependerá de las circunstancias de cada una. Rodríguez Chorén explica que «as cotas son anuais e fomos trampeando ata o de agora e non se modificaron pero van ter que facer un reaxuste. Isto é como nunha familia hai que axustar gastos e ingresos e depende do que aumenten os gastos e dos aforros que teñas». Lo que sí notan es que si antes «nos sobraban 500 euros agora sobran 300».

Las gestoras de comunidades destacan que en estos tiempos los vecinos no están para gastar y, en general, no quieren saber nada de hacer inversiones, aunque a la larga supongan un beneficio. Pero hay veces que no queda otra que afrontar obras por averías o problemas urgentes.

En estos casos, el mayor problema es a la subida de los materiales que están disparados y de la mano de obra lo que hace que el precio de las derramas se dispare. Los presupuestos que les ofrecen, dice Javier Rodríguez «son a moi corto prazo, para 15 días como moito». Eso hace que, apuntan en Prieto Gestión, en A Estrada, «so se fai o máis urxente». Para lo demás, aunque sea necesario, la mayoría de las comunidades opta por esperar. Algunos administradores de comunidades ponen también el acento en los gastos de las comisiones bancarias por el envío de los recibos, cuota de mantenimiento y de administración, entre otros.

«Temos 20 ou 30 que queren optar aos fondos Next Generation»

Afinga lleva en Lalín la gestión de un centenar de comunidades de vecinos y suma una experiencia de 24 años. Raquel Lorenzo señala que las comunidades piden cada vez más buscar medidas que les permitan ahorrar pero «as obras de eficiencia enerxética requiren unha inversión previa». Las comunidades pueden optar a los fondos Next Generation que ofrecen ayudas para obras mejora de la eficiencia energética como cambios de tejado de ventanas o mejoras en las fachadas. Explica que «temos 20 ou 30 comunidades que queren optar a pedilas».

En Lalín, comenta, «moitos edificios xa emprenderon o cambio de luces a led, separación de luz por plantas e as que non o fixeron nos derradeiros anos estano facendo agora». En los ascensores se coloca un sistema de desconexión de cabina. Todas ellas suponen un ahorro pero que no es muy significativo.

Hay otros gastos, indica, «que non das rebaixado como é a limpeza, o mantenemento, pero si que enerxeticamente se está vendo si hai posibilidade de aforrar e de consumir menos». En el caso de las cuotas, que se fijan con un presupuesto anual. «Este ano subiron algo respecto a anos anteriores porque se viña arrastrando unha cota que estaba moi axustada pero que coas subidas de luz e, das comisións bancarias ao final todo suma e en moitos casos houbo que subilas», apunta Raquel Lorenzo.

En cuanto a los enchufes para coches eléctricos, señala, es algo que despierta interés y por lo que los vecinos van preguntando «pero son enganches de uso individual e son custosos: entre 3.000 e 4.000 euros».