La asociación O Rueiro ha recuperado el documento de donación de la escuela. En él se explica que el propio Luis Cerviño en sus tiempos mozos colaboró personal y económicamente en la construcción de la escuela de la parroquia y, al encontrársela en mal estado en su visita de 1952, decidió comprarla para donarla a la parroquia y asegurar un buen mantenimiento que garantizase la continuidad de la docencia en la parroquia.
En aquella primera mitad del siglo XX las casas escuela eran comúnmente de propiedad privada y se alquilaban al Ministerio para el desarrollo de las clases. En Couso se había levantado una, pero durante la Guerra Civil los vecinos no fueron capaces de mantenerla y la vendieron a Maximino Duarte Iglesias, un empresario de la zona que se comprometió a llevar a cabo las reparaciones precisas. Sin embargo, un traspié económico le impidió cumplir su compromiso y la casa escuela comenzó a deteriorarse. Así se la encontró Cerviño en uno de sus viajes a Galicia. Apenado por la situación, Cerviño decidió comprarla y cederla «gratuitamente y a perpetuidad» a la parroquia con la condición de que el alquiler cobrado al gobierno por el uso como escuela se reinvirtiese en la conservación del edificio.