Un estudio revela que los jóvenes se enganchan cada vez más pronto a estos productos
10 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El IES Manuel García Barros de A Estrada ha impulsado durante este curso un estudio sobre el consumo de bebidas energéticas, estimulantes y azucaradas entre los jóvenes del municipio. Lo ha hecho a raíz de los resultados de otro de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición que advertía de una subida alarmante del consumo de este tipo de bebidas que pueden ser nocivas para la salud.
El estudio estradense, llevado a cabo con la colaboración de los departamentos de Matemáticas, Educación Física y Tecnología del IES García Barros, se ha hecho en base a una encuesta voluntaria trasladada a todo el alumnado del centro. Cerca de 400 alumnos de todos los cursos respondieron a las preguntas planteadas.
Los resultados son positivos en el sentido de que la media local de consumo se sitúa bastante por debajo de la nacional. Mientras que a nivel estatal más del 60 % de jóvenes confiesan haber consumido bebidas energéticas o estimulantes, en A Estrada la cifra no llega al 40 % ni siquiera en las franjas de edad de mayor consumo.
Sin embargo, el análisis de los datos recabados muestra un aspecto negativo: la tendencia a iniciarse e el consumo de estos productos a edades cada vez más tempranas. Así, mientras que los alumnos de Bachillerato indican que probaron este tipo de bebidas a edades más tardías, los de primero de la ESO confirman que la iniciación es ahora más precoz y el porcentaje de consumo mayor. Un alto número de estudiantes indican que las probaron antes de los 12 años.
Otro dato curioso tiene que ver con la forma de acercarse a estos productos. En épocas precedentes se asociaba el consumo a contextos sociales juveniles, buscando estimulación o nuevas experiencias, a veces combinadas con alcohol. Ahora llama la atención el alto porcentaje de menores que han probado las bebidas energéticas en sus propias casas y con sus familias.
El principal motivo para acercarse a ellas es la curiosidad y la razón más comentada para repetir el consumo es su sabor, con lo que habría un destacado número de casos en los que la adicción a este tipo de bebidas es por el sabor y no por la estimulación.
El estudio se ha llevado a cabo en el marco de los proyectos EDUsaúde y Plan de Vida Activa e Deportiva con los que el IES García Barros pretende convertirse en foco dinamizador de hábitos de vida saludables.
Los resultados de las encuestas han sido analizados por los alumnos de segundo curso de Secundaria, que han trabajado con ellos en las asignaturas de Matemáticas y Tecnología y han elaborado gráficos presentando los resultados.
Implicación de las familias
El equipo docente implicado en el proyecto ha considerado interesante trasladar los resultados a toda la comunidad educativa para tratar de revertir la tendencia al consumo cada vez mayor y a edades más tempranas de estas bebidas. Por este motivo ha convocado a los padres de todos los alumnos a una reunión que se celebrará el martes 14 de junio a las 20.00 horas en el Teatro Principal para presentar los resultados del estudio. La idea es exponer la situación actual, comentar los perjuicios para la salud de estas bebidas y buscar la implicación de las familias para frenar el consumo.
Debido al temprano inicio en el consumo de estas bebidas, se invitará también a las reuniones informativas a los padres de los alumnos de Primaria, para alertarles de los problemas que pueden provocar.
Trabajo en las aulas sobre los nefastos efectos sobre el organismo en adolescentes
El equipo del IES García Barros considera que sería interesante repetir el estudio en algún otro instituto local para comprobar si se ratifica la tendencia de consumo. Además, el proyecto se ha complementado con el trabajo en las aulas —en la asignatura de Biología, por ejemplo— sobre los efectos que tiene sobre el organismo el consumo de las bebidas energéticas.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha iniciado recientemente una campaña informativa sobre estos productos, con recomendaciones sobre su consumo. Explica que las bebidas energéticas son bebidas refrescantes con un alto contenido en cafeína, normalmente 32 mg/100 ml. Recuerda que un consumo excesivo de cafeína produce desde alteración del sueño hasta efectos psicológicos y alteraciones del comportamiento y también trastornos cardiovasculares. Además, un consumo regular en el tiempo puede causar dependencia física moderada y tolerancia a la cafeína, con lo que el cuerpo necesitará cada vez más cantidad para conseguir un efecto similar.
La Agencia recomienda evitar el consumo en adolescentes. Subraya que, en jóvenes de 11 a 17 años, la ingesta de 200 mililitros de bebida energética puede provocar alteraciones del sueño y, 500 mililitros, efectos psicológicos, alteraciones comportamentales y trastornos cardiovasculares. El efecto está relacionado con la masa corporal, así que cuanto menor sea el peso del joven, más alteraciones producirán estas bebidas en su organismo.
La entidad recuerda que estas bebidas están desaconsejadas también para rehidratarse tras realizar deporte.