El gobierno estradense descarta reponer una barrera física entre la alameda y la calle Iryda
DEZA
El gobierno estradense ha descartado instalar algún tipo de cierre perimetral en el límite de la alameda con la calle Iryda. El asunto fue llevado al pleno del jueves por Móvete, atendiendo las quejas de usuarios que alertan de la peligrosidad, por la posible irrupción repentina en la calzada de menores procedentes de la zona de juego infantil. El gobierno tampoco tiene previsto peatonalizar Iryda, como se barajó en origen al retirar el muro de piedra que cerraba el espacio antes de las obras de reforma. El equipo de José López recuerda que la velocidad se redujo a 30 kilómetros por hora y cree que esta medida debería ser suficiente.
En relación con este asunto, el BNG preguntó de nuevo por el destino de la piedra del antiguo cierre y de la pérgola y pidió que aprovechando las nuevas obras se incluyan en alguno de los proyectos. Los nacionalistas también pidieron que se adelante a junio la apertura de la playa fluvial de Liñares.
Por su parte, el PSOE llevó al pleno varios ruegos relacionados con el espacio fluvial de A Praíña, en Pontevea. El colectivo que gestiona las instalaciones reclama una mejora de los servicios públicos —como baños químicos o recogida de basura— en una zona cada vez más concurrida en verano.
A la sesión plenaria asistieron un grupo de vecinos de la Avenida da Torre que hace tres meses registraron un escrito pidiendo al Concello que haga valer la ordenanza municipal para que se limpien las parcelas del entorno. Móvete reiteró esta demanda a la que ayer los propios vecinos dieron voz.