«Polo Camiño xa están pasando tanto nacionais como extranxeiros»

Rocío Perez Ramos
RoCío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

MARCOS MÍGUEZ

Los de fuera están siendo mayoría en los albergues durante estos días

13 abr 2022 . Actualizado a las 10:30 h.

El Camino de Santiago despega poco a poco aún con la pandemia sin acabar y a medida que avanza la primavera crece también el número de peregrinos que transita por la zona. A los caminantes procedentes de otras comunidades del territorio nacional se suman también ya, en muchos casos, los extranjeros.

En Silleda, José Maril, comenta que «están pasando xa tanto españois como estranxeiros» y como ejemplo pone algunos caminantes que acudieron a su albergue recientemente y eran de Estados Unidos, Francia, Italia, Holanda, Reino Unido o Portugal. Y aunque el perfil continúa siendo muy variado, tanto en procedencia y nacionalidad como en edad, la media se sitúa en los 50 años. Siempre hay casos curiosos y uno de los últimos con los que se encontró fue «un alemán que viña en bicicleta cun rapaz, levaban as súas bicis enganchadas e pedaleaban os dous».

Normalmente los peregrinos se alojan cada noche en un establecimiento diferente siguiendo las etapas, pero hay quien repite un par de pernoctaciones y anda hacia adelante y luego regresa a la base, para al día siguiente retomar el recorrido en el mismo punto donde lo dejó el anterior. Entre los nacionales, por los albergues de la zona están pasando personas del País Vasco, Madrid, Cataluña, Alicante o Extremadura, una comunidad de la que, apunta Maril, se está desplazando bastante gente. Que el movimiento va en aumento en las rutas a Santiago lo certifican tres autobuses de una expedición de 150 personas procedentes de Granada que pasaron el lunes a sellar sus credenciales por Silleda.

En Lalín la situación es similar. Emiliano García Meijome, propietario de un albergue en el casco urbano, coincide con Maril en que se esta empezando a notar ya la afluencia de gente, sobre todo, de extranjeros. En su caso, los que más están transitando por la localidad, señala, son franceses junto con italianos y, en tercer lugar, ingleses. La media de edad es similar, pero entre los extranjeros, señala, «hai moitas persoas de 60 e 70 anos. É xente moi acostumada a facer rutas de montaña e moito deporte». En cuanto a los de territorio nacional, «están vindo moitos cataláns», indica.

Si hace unos años era raro ver mochilas y peregrinos por el casco urbano, la divulgación entre los peregrinos hecha por las asociaciones fue cambiando las rutas y en la actualidad son mayoría los que optan por desviarse en Botos, siguiendo el Camiño Mozárabe Sanabrés o Vía da Prata, y llegan al casco urbano.

Cuenta que «había moito descoñecemento, moitos pensaban que era un pobo pequeno como algún outro da ruta. Os primeiros que empezaron a vir llo contaron a outros e as guías están axudando moito». Con el miedo al covid, hay quien prefiere alojarse en un hotel para disponer de habitación y baño privado. En estos momentos el albergue de Dozón está cerrado y eso contribuye a que sean más los caminantes que hacen parada en la capital dezana que les ofrece todo tipo de servicios. García Meijome cuenta que «o 90 % dos que chegan veñen pola Vía da Prata».

«En Zamora llevamos unos días con lleno de caminantes»

Filiberto Hernández es el presidente de la asociación Camiños Vía de la Plata que suma más de 80 asociados a lo largo de toda la ruta y está contento con la evolución del número de caminantes y el despegue de esta nueva temporada que se está dejando sentir ya con fuerza. Propietario de un albergue en Zamora, Hernández, cuenta que «llevamos tres o cuatro días con el albergue lleno de caminantes y alrededor de una veintena diaria». Son peregrinos, dice, que en muchos casos proceden de Sevilla y del Camino Mozárabe. Entre ellos, apunta, «ganan los extranjeros». Ayer por la mañana, ya habían llegado siete al albergue: tres holandesas, un portugués, un italiano y dos españoles. «De 20, dos, tres o cuatro pueden ser españoles, pero la mayor parte son extranjeros», afirma. Todos ellos encaminan sus pasos a Galicia. Muchos pasarán por la zona siguiendo la Vía da Prata. Hernández comenta que «este año se reactivó antes el Camino de Santiago. Tradicionalmente no se notaba el incremento hasta después de Semana Santa, pero esta vez está siendo antes». Espera que el número se mantenga pero que no se produzcan saturaciones y poder atender bien a los peregrinos.

Muchos optan por recorrer solo los 100 kilómetros para la compostelana

Si en la Vía da Prata ya se nota el aumento de peregrinos, este tirón aún no se está dejando ver demasiado en el Camiño de Inverno. Luis Otero, del albergue de As Carpinteiras, en Rodeiro, cuenta que «temos todos os días xente, pero case máis xente de vacacións que ven a pasar uns días pola zona que peregrinos, aínda que tamén hai». Estos últimos son, la mayoría españoles e incluso gallegos que aprovechan algún día libre de Semana Santa para realizar algún tramo.

Una tendencia que también se ve en la Vía da Prata. En los albergues dezanos observan que hay mucha gente que camina los cien últimos kilómetros, el mínimo para obtener la compostelana. En este caso, el recorrido es Ourense-Santiago. Una opción a la que también contribuye la puesta en funcionamiento del AVE que facilita a los caminantes la llegada a Ourense.