En Deza se espera una abundante cosecha de castañas y de calidad

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Miguel souto

La producción rondará el millón de kilos del fruto, que se destina a venta a almacenes

01 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Queda ya poco para la recogida de la castaña del país en la zona. Una campaña que, apunta el presidente de la Indicación Xeográfica Protexida Castaña de Galicia, Jesús Quintá, arranca en torno al 15 o 20 de este mes de octubre. Las previsiones son buenas «porque este ano o tempo veulles ben e agardamos que se confirme unha boa colleita», apunta. En cuando a cantidad «vemos que hai bastante ourizo, e ten boa pinta, mellor que outros anos, pero queda confirmar a calidade», explica.

Quintá echa mano del refranero para recordar que «a castaña quere en agosto arder e en setembro beber» y este año, cuenta, «en agosto choveu ata a primeira semana, pero despois fixo bo, e en setembro empezou a chover despois da primeira semana, co cal como viña algo tarde xa veu ben». A la ayuda del tiempo se sumaron los esfuerzos de la Xunta con la suelta de Torymus que ya empiezan a tener resultados positivos en el control de la avispilla del castaño que «era un pesadelo».

Se espera una cosecha mejor que los últimos años, en los que las cosas no fueron bien para el sector con muchos problemas, derivados en gran parte, a la plaga de la avispilla del castaño y los importantes daños causados en los castaños. El presidente del consejo regulador indica que este año, aunque la producción no volverá a estar aún al cien por cien, esperan que «ter unha colleita que se aproxime xa a un 70 ou un 80 %».

Queda ahora aún que se inicie la campaña para ver la calidad y poder saber el precio que alcanzará el kilo este año, tanto de castaña mezclada, que cuenta con un precio menor, como de la de calidad, más cara.

La pandemia, apunta Quintá, no se dejo sentir apenas en el sector. Comenta que hubo un pequeño parón en la comercialización en octubre del año pasado «porque a xente non podía saír» pero, indica, las ventas se reactivaron en los últimos meses del año, en noviembre y diciembre, indicando que en enero y en febrero las ventas tuvieron un nuevo empujón con la castaña tardía.

Una recuperación que palió esas menores ventas a principio de la temporada de la castaña y la ausencia también de celebraciones como los magostos, que este año podrían empezar a volver a tener lugar en la zona.

Gran rentabilidad con poca inversión y mantenimiento

Quintá destaca la alta rentabilidad de las plantaciones de castaños que no exigen un excesivo mantenimiento ni una gran inversión. En cuanto a los cuidados, comenta que «fan falta máis dos que se fan porque moita xente non lle fai nada, pero ten un enorme rendemento en relación ao investimento». Desde el consejo regulador se destaca el creciente interés por las plantaciones en todo el territorio, con una gran demanda en la zona, especialmente en municipios como Agolada, Vila de Cruces o Lalín, con zonas productores importantes como es el caso de la zona de Vilatuxe.

Son, explica Quintá, recolectores y productores que siguen el método tradicional. Continúan siendo particulares que tienen castaños y recogen el fruto para llevarlo a vender a cualquiera de los múltiples almacenes que existen en la zona y de allí, las castañas van a la industria y a algunas tiendas. En estos momentos están a la espera de que la Xunta saque las ayudas para las plantaciones de castaños dedicados a la producción de frutos. Otras como las destinadas a castaños para la producción de madera ya salieron. Pero «hai quen planta xa sen agardar ás axudas».

Para muchos ganaderos de la zona, la castaña se convierte en un buen complemento a sus ingresos. Quintá destaca el interés por aumentar la producción porque «importamos aínda moito de outras zonas de España, como Cáceres ou do Bierzo (León) pero tamén de Portugal ou incluso de Italia e a prezos moi caros». La mayoría de las empresas transformadoras de castaña en España están en Galicia.

La avispilla ya empieza a estar bajo control

La Xunta comienza a ganar la batalla a la plaga de la avispilla del castaño, que desde hace años está afectando a estos árboles. Esta es la principal conclusión que se desprende del informe que la Consellería do Medio Rural presentó al Consello de la Xunta. En él queda claro que el Torymus sinensis, el insecto que se soltó en toda la comunidad por ser un parásito de la avispilla, está ya asentado en buena parte del territorio. De hecho, una vez analizados los datos de los puntos en los que se cogieron muestras tras las sueltas realizadas el año pasado, se recuperaron 3.158 ejemplares del parasitoide, lo que supone más del doble de lo recuperado en todas las campañas anteriores.

Fue en el año 2015 cuando la Xunta apostó por realizar sueltas de Torymus en los soutos gallegos como una estrategia de lucha biológica para acabar con la plaga de la avispilla que estaba afectando seriamente a los castaños. Desde entonces, se liberaron 5,7 millones de individuos de este parásito, lo que supuso una inversión superior a los ocho millones de euros. Durante este año, Medio Rural soltó, en 7.394 puntos de la geografía gallega, un total de 7.619 cajas con 210 individuos cada una, lo que supuso 1,5 millones de individuos liberados.

«Tendo en conta as cifras de asentamento do parásito, confírmase que a Xunta comeza a gañar a batalla a través desta loita biolóxica, mantendo as poboacións de avespiña por debaixo do limiar de danos nas plantas de castiñeiros para Galicia», argumenta la consellería. Añaden, que este es el único método que existe para combatir a la avispilla y que el resultado de las sueltas demuestra la efectividad de la medida y se está convirtiendo en un referente en otras autonomías. Desde la IXP Castaña de Galicia confirman ese control que mejora la salud de los castaños.