Cadena de favores estradense con origen en Nueva York para ayudar a la vacunación global

David Cofán Mazás
DAVID COFÁN A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

E CUIÑA

Los Minicines Central ponen a la venta los carteles creados por Catarina Barcala para donar lo recaudado a Médicos Sin Fronteras

31 jul 2021 . Actualizado a las 12:14 h.

Los amantes del cine (y para aquellos que no lo son tanto) seguro que han visto alguna vez, o conocen de oídas, la película Cadena de favores. Este film estadounidense del año 2000, narra la historia de un joven que después de que su profesor le pregunte cómo cambiar el mundo, idea un sistema de intercambio de favores de manera desinteresada que se convierte en un fenómeno social.

En este caso los protagonistas no son Kevin Spacey, Helen Hunt y Joel Osment, sino tres estradenses, Luis Rivadulla, Pili Matalobos y Catarina Barcala, que también tratan de poner su granito de arena para ayudar ha hacer un mundo mejor, más si cabe en los tiempos que corren, aprovechando el arte y la cultura para que la vacunación llegue a los lugares con menos recursos.

Este iniciativa benéfica nace en Nueva York, en donde la publicista estradense Catarina Barcala, se acababa de graduar en la sede neoyorquina de la Miami Ad School, la escuela de creatividad más premiada del mundo, con sede en quince ciudades y que reúne a creativos de todo el mundo con alumnos de China, Corea, México, España o la India. En ese momento la pandemia arreciaba en sus primeras olas, lo que impedía a los cines abrir con normalidad, poniendo en serias dificultades su supervivencia. Catarina, que desde pequeña podía ver desde su casa, situada enfrente, los Minicines Central, explicó a sus compañeros la situación por la que pasaban los cines de su pueblo. Una historia que los conmovió, decidiéndose a llevar a cabo un proyecto inspirado en la Escuela Polaca de Carteles, un estilo de cartelería nacido en la década de 1950, con el que diseñaron 17 pósteres alentando a los vecinos a acudir a las salas del cine para evitar su cierre. Once de los 17 carteles se expusieron en la enterada de las instalaciones para que todos los que decidiesen disfrutar del séptimo arte, también se quedaran maravillados con la iniciativa artística de su vecina afincada en Nueva York.

Este primer favor conmovió a Luis y a Pili, agradecidos por la repercusión de esta acción altruista de Catarina y sus compañeros de la Miami Ad School, que animó a la gente a ir al cine, ayudando en su reapertura tras el estallido de la pandemia.

Como en la película de Mimi Leader, esto no podía quedar ahí. Dada la belleza y el prestigio que acompañaba a estas piezas únicas en el mundo, ambos decidieron continuar con la cadena aprovechando el valor de los carteles para recaudar fondos en una iniciativa solidaria. «A idea é poñelos á venda por 30 euros cada un e doar o recadado a Médicos Sin Fronteras, nun proxecto relacionado a axudar na vacinación naqueles lugares con menos recursos», explica Luis Rivadulla. Este siguiente paso ya cuenta con algunos encargos como el de la directora de A illa das mentiras, Paula Cons, que también quiso disponer de una de estas obras de arte.

El objetivo es recaudar 400 euros, una meta en la que no solo se puede ayudar comprando los pósteres. Aquel que quiera aportar cualquier cantidad a la campaña puede donar a través de este enlace. Aunque a buen seguro también serviría para ayudar al cine, Luis y Pili quieren dejar claro que el dinero acumulado no irá destinado a los Minicines Central, aprovechando el cariño y trabajo de Catarina y sus compañeros para colaborar en las campañas de vacunación a lo largo del mundo para la gente con menos posibilidades.