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Patrocinio Morrondo: «El mejor control de la población de animales silvestres es la caza»

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios LUGO / LA VOZ

SOMOS AGRO

ALBERTO LÓPEZ

Afirma que los animales cazados deben dedicarse al consumo humano, ya que su carne, dice, es muy sana y muy sostenible

11 jul 2021 . Actualizado a las 22:15 h.

Patrocinio Morrondo, docente en la Facultade de Veterinaria de Lugo, lleva años estudiando enfermedades de animales. La fauna silvestre ocupa buena parte de su atención, aunque ella destaca que esos animales no solo entran en contacto con los domésticos, lo que explica la necesidad de medidas de precaución, sino que el aprovechamiento de su carne resulta aconsejable.

-¿Hay más o menos enfermedades en la fauna silvestre de las que había hace años?

-Hago mía una frase del profesor Cordero del Campillo [profesor que le dio clase en León, en su etapa universitaria]: «No existe lo que no se diagnostica». Si le damos la vuelta, existe lo que se diagnostica. Hace años, en España se contaba con los dedos de la mano la gente que se dedicaba a estudiar enfermedades de la fauna silvestre.

-¿Ha mejorado la situación?

-Igual que hay enfermedades que no se diagnostican, aparecen otras. En el corzo, allá por el 2007 más o menos, empezaron a descubrirse unas larvas, cephenemyia, que se desarrollaban en sus vías respiratorias. Hay corzos de otros países que estaban adaptados a esas larvas; aquí los pilló sin estar adaptados, y hubo una mortalidad del 50 % de la población en algunas zonas por esa causa. Igual que los animales domésticos tienen una guía sanitaria, deben usarse esas mismas guías para los animales silvestres. Los animales silvestres deben tener una gestión sanitaria y también una gestión de población. Cuando hay una superpoblación de animales, hay entre ellos más lucha por el alimento y más riesgo de propagación de enfermedades. Lo importante es que haya una población sana. La población de animales silvestres debe estar controlada, y la mejor forma de controlarla es la caza, que está denostada. Un tema que explico a mis alumnos es por qué resulta necesaria la caza para controlar esa población; ellos me dicen que se puede hacer con depredadores, pero no es un asunto fácil. El corzo, por ejemplo, prácticamente solo tiene como depredador al lobo; y si el lobo tiene cerca un ternero al que pueda atacar, no va atacar al corzo: es la ley natural. Hace falta un equilibrio entre depredadores y depredados. En el concepto One health (Una salud, en inglés) entran el medio ambiente, las poblaciones de animales y las de humanos.

-¿Hay que subrayar ante la sociedad que ese control es útil?

-Sí, porque además la carne de caza es muy sana y muy sostenible. Conejos, liebres, perdices... se crían en un sistema algo semejante al régimen extensivo. Una vez cazados, esos animales deben liberarse para el consumo humano. Eso puede ser una importante vía de futuro para el campo. En algunos países ya se ve con cierta asiduidad el embutido de ciervo.

«Donde hay más densidad de población de corzo, hay mayor tasa de enfermedad de Lyme»

En los últimos años aparecieron casos de personas afectadas por picaduras de garrapatas. Morrondo comenta que una pediatra del HULA, Esther Vázquez, le trasladó que había casos de gente con la enfermedad de Lyme, que transmiten las garrapatas, y ella llegó a establecer una relación entre la abundancia de poblaciones de corzo y ese problema. «Donde hay más densidad de población de corzo, en la montaña y en otras zonas rurales, hay también una mayor tasa de enfermedad de Lyme», afirma.

La prevención es necesaria no solo para quienes viven en el campo. «Cuando se va al campo, hay que tomar una serie de medidas preventivas: por ejemplo, conviene llevar pantalones largos y ropa que cubra todo el cuerpo y revisar esa ropa al llegar a casa y ver si hay alguna garrapata». Los problemas no son inmediatos pero sí graves, subraya. «Las garrapatas son ‘listas’, así se lo digo a mis alumnos, porque inyectan una especie de sustancia anestésica: no duele su picadura como sí duele, por ejemplo, la de un mosquito», explica. «En la enfermedad de Lyme, los primeros días no se nota nada; luego pueden aparecer fiebre o dolores musculares, síntomas que se pueden confundir con los de la gripe; hay que atacarlos a tiempo», agrega.