Medio Ambiente supervisó las obras de de Pozo do Boi que critica la oposición

La Voz LALÍN / LA VOZ

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12 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer se cerraron las compuertas de la playa fluvial de Vilatuxe quedando este espacio abierto para el baño. Desde el Concello de Lalín se apuntaba que se solicitó permiso para allanar la zona de baño de los niños en la playa fluvial, que la Xunta los autorizó y que los trabajos fueron supervisados por un técnico de Medio Ambiente.

Las fotografías colgadas ayer en las redes sociales por el concejal de Medio Ambiente, César Reboredo, junto a la playa levantaron una polvareda de críticas por parte de CxL y del PSOE, mientras el BNG considera que el Concello de Lalín «non cumpre coa normativa de protección de cauces», argumentando que «o uso de maquinaria pesada e movementos de terra no leito sobre sedimentos fluviais non está permitido». Los nacionalistas anunciaron ayer que solicitarán a Augas de Galicia el expediente y quieren saber si la actuación realizada cuenta con autorización, actas de inspección y si «é conforme coa normativa». Entienden que «a intervención é sancionable» y exigirán explicaciones y responsabilidad.

Unas quejas a las que se sumaron también los otros grupos de la oposición. Miguel Medela, de Compromiso por Lalín, exige explicaciones «claras e inmediatas» al concejal de Medio Ambiente sobre unas actuaciones que tilda de «cuestionables e aberrantes», indicando que según se veía en la foto colgada por Reboredo, el Concello llevó a cabo movimientos de tierra en el lecho del río para «achantar a superficie ao seu paso pola zona de baño». Para Medela se trata de una actuación «excepcionalmente agresiva e insólita nun espazo natural de alto valor ambiental, que precisa dun proxecto técnico, de autorización de varias Administracións e para a que houbo que empregar maquinaria pesada», apuntando que «as consecuencias dunha insensatez de este tipo poden ser nefastas».

Compromiso exige al edil que muestre de inmediato las autorizaciones que debería tener el Concello y que explique en qué fechas se solicitaron y en qué términos y condiciones se concedieron, en el caso de tenerlos. Indica que «aquí non vale un permiso xenérico de Augas de Galicia para abrir á praia fluvial por que o impacto é moito maior e tamén se requiren outras autorizacións ambientais ao ser un traballo que afecta á Rede Natura». Pregunta qué técnicos elaboraron el proyecto y quienes fueron los técnicos de las Administraciones implicadas que supervisaron el desarrollo de los trabajos.

El PSOE se pronuncia en el mismo sentido pidiendo a Reboredo que enseñe los permisos para la actuación de maquinaria pesada. La edila María Iglesias apunta que visitó la zona y que constató que «as obras provocaron un episodio de importante turbidez na auga causado polos sedimentos removidos». Dice que «non podemos crer que no haxa autorización para unha intervención de tanto impacto, porque se non houbese César Reboredo non podería permanecer nin un segundo máis no cargo». Tanto CxL como el PSOE denuncian que Reboredo «eliminou do seu Facebook as fotografías que demostraban a destrución dun depósito natural de sedimentos, o que fai aumentar as sospeitas de ilegalidade». Al PSOE le consta un permiso para el cierre de las compuertas y otras cuestiones, pero dudan que Augas diera el visto bueno a la obra.